El incierto invierno de Europa

El incierto invierno de Europa

Fernando Álvarez Bogaert.

A mi sobrino Siegfried Maruschke hijo (3/4)

En este marco de incertidumbre, realizar predicciones resulta riesgoso y tan solo se pueden referir posibles escenarios alternativos. Un escenario central, ni demasiado optimista ni demasiado pesimista, tiene que ver con el invierno de no ser excesivamente duro y no existieran cortes de suministros energéticos en Europa central.

En ausencia de sorpresas en la guerra Ucrania-Rusia, la recesión en la eurozona podría ser suave (teniendo en cuenta, niveles de desempleos relativamente bajos). Una posibilidad, que la guerra en Europa se alargue, con una Ucrania que aspira a resistir con apoyo militar y económico, y a recuperar territorios perdidos, mientras Rusia que, tras anexionarse algunas zonas conquistadas mediante referéndums, no puede ya dar marcha atrás, sin afectar seriamente la imagen de Putin al continuar la guerra. Si nadie cede y la tensión se mantiene, Ucrania va a necesitar extraordinarias ayudas económicas y humanitarias.

En este escenario, la inflación seguiría siendo elevada y la recesión llegaría, sin tener que ser muy fuerte. Pese a los negativos datos de septiembre, verificándose una leve reducción de la inflación en EEUU, donde se vislumbra un posible techo, en cambio, en la eurozona, donde la apreciación del dólar refuerza la importación de inflación energética, no parece haber alcanzado el su tope potencial.

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En consecuencia, los tipos de interés del BCE seguirían subiendo, reduciendo, aún más, la demanda, no plenamente recuperada de la pandemia, incluso, aun los precios energéticos fueran moderando (no garantizado en absoluto), la incertidumbre derivada de la guerra, la crisis económica en Reino Unido o la reducción del crecimiento de China, dibujan un horizonte potencialmente pesimista para la economía europea.

La clave está en si los gobiernos serán capaces de aplicar paquetes fiscales de protección a los más desfavorecidos que amortigüen las tensiones sociales y, al mismo tiempo, evitar dos riesgos: que la política fiscal se haga incompatible con la lucha contra la inflación y que las diferencias en la cuantía de las medidas, se haga incompatible con el mercado común, tomando en cuenta las desigualdades de los países y la adopción de medidas coordinadas.

La recesión será más moderada de lo que se temía anteriormente. Los economistas pronostican un crecimiento (modificado varias veces) hacia la baja de la zona euro para 2022, en su conjunto, por encima del 2,7% anterior en julio, según la última compilación de pronósticos de Consensus Economics, que también refleja un mejor desenvolvimiento de lo esperado del bloque con respecto al trimestre anterior (abril-junio).

En la primera semana de noviembre, el consumo de gas en las tres economías más grandes de la eurozona (Alemania, Francia e Italia) disminuyó un 30 % con respecto al promedio de 2017-2021, según datos de ENTSO-E., debido a la ola de calor que ha afectado a Europa hasta días recientes y algunas medidas implementadas por los gobiernos para reducir la demanda.

En la próxima entrega trataremos los problemas energéticos que amenazan a Europa.