Hoy 
TOKIO. AFP. Los precios al consumidor, excluyendo productos frescos en Japón registraron en agosto una baja de 2,4% en cálculo anual, lo que ilustra la aceleración de la deflación que se ha instalado en la segunda economía mundial, dijo ayer el ministerio de Asuntos Interiores. Esta cifra concuerda con las previsiones de los economistas. Se trata del sexto mes consecutivo de retroceso de precios.
Como en meses anteriores, el descenso de los precios fue impulsado por el combustible. La gasolina ha bajado en un 31,4% interanual y en un 44,9% el aceite. Los precios de la electricidad también disminuyeron en un 5,2%.
Excluyendo los precios no sólo de los alimentos, sino también los de la energía, los precios evidencian una caída de sólo un 0,9% al año. Una vez más, los productos de electrónica de consumo masivo vieron cómo sus ventas se desplomaban vertiginosamente debido a una feroz competencia combinada con una débil demanda.
Los televisores en agosto estuvieron un 31,1% más baratos que hace un año, las computadoras portátiles un 52,8%. La deflación, que Japón ya conoció entre 1997 y 2006 aproximadamente, es un fenómeno pernicioso que socava las perspectivas de ganancias de las empresas, desalienta la inversión y reduce la capacidad de las familias para pagar las deudas.
