En el artículo anterior vimos cómo la educación, la inversión en investigación y desarrollo y la cultura permitieron que Israel se convirtiera en la segunda potencia tecnológica mundial a pesar de los históricos problemas sociales, políticos y económicos. En este, nos enfocaremos en el cambio de su economía como consecuencia del milagro económico y en algunos ejemplos de la influencia que ejerce en nuestra vida diaria.
El nuevo Israel cuenta ahora con una gran solidez macro-económica. Ha crecido por encima de todos los demás países de Oriente en los últimos años. En 2009, luego de la crisis mundial, la mayoría de los países del mundo estaban en aprietos, pero Israel logró un crecimiento del PIB de un 1.9%. Cuenta con un Producto interno Bruto, a la fecha, de cerca de 296 mil millones de dólares y un PIB per cápita de alrededor de 35,299 dólares. La inversión ronda el 20% y el ahorro el 25% del PIB. Todo esto cuando el único recurso con que contaba, hace unos años, era el capital humano.
Israel ha aprovechado la disponibilidad de los nuevos avances para que estos trabajen a su favor. Los adelantos tecnológicos, la globalización, la nanotecnología y la inteligencia artificial son algunas de las herramientas utilizadas para la creación de los startups, que se han patentizado y vendido por increíbles sumas de dinero. Startup son empresas que deciden crear algo nuevo y útil y que suponga un cambio en la forma en que viven las personas en el mundo.
Algunas de las empresas tecnológicas más reconocidas como Ebay, Yahoo, IBM y Facebook compraron, al menos, una startup israelí que tuvo algún impacto significativo en nuestras vidas. Muchas de ellas compraron hasta tres o cuatro empresas. En nuestro día, utilizamos aplicaciones de origen israelí sin percatarnos de ello.
Por ejemplo, Waze, famosa aplicación que funciona como mapa y GPS que facilita el tránsito a una gran cantidad de personas en el mundo, fue creada por una empresa israelí comprada por Google. Waze indica qué ruta debemos tomar para desviarnos de posibles tapones o, tal vez, accidentes de tráfico. Los conductores, con esta herramienta, pueden enviarse mensajes para informar las condiciones del tráfico de la zona en la que se encuentran.
De igual forma, el dispositivo de almacenamiento USB, que empezó a vender IBM y Trek Technology en el año 2000, es un invento de la empresa israelí M-Systems. Este dispositivo, de bajo costo, se ha convertido en una gran herramienta de continuo uso en nuestros días.
Los drones son vehículos aéreos no tripulados utilizados en un sinnúmero de actividades civiles y militares. Los usos más comunes son estos: para fotografía, para entregar objetos a lugares de difícil acceso, búsqueda de personas perdidas, vigilancia, entre otras. De igual manera, muchos de los microprocesadores de Intel y algunas de las últimas impresoras tridimensionales fueron inventados en Israel.
La política de Israel, durante los primeros 40 años de su independencia, se caracterizó por ser liberal y abierta. Desafortunadamente, en los últimos 10 años ha habido un enorme incremento de la derecha y la ultra derecha encabezada por Benjamín Netanyahu, cerrándose cada día más la visión incluyente establecida desde la independencia e implementando políticas que están reduciendo la visión de apertura social y cultural. A pesar de esos cambios políticos y culturales, Israel continúa su frenético ritmo de innovación tecnológica.
¿Y a qué se debe ese ritmo? La escasez es la madre de la invención. Los israelíes han creado una cultura y un sistema económico capaz de generar cualquier invento. Independientemente de los conflictos sociales, políticos y económicos a los que se han enfrentado, buscan permanentemente nuevas formas de desarrollarse, por ello hoy representa la segunda potencia tecnológica mundial. En lo adelante, Israel seguirá haciendo grandes aportes al mundo. ¡Estemos atentos!
Investigadora asociada: Julissa Lluberes.