El Optimismo

El Optimismo

Virginia Pardilla

El optimismo es una cualidad de la personalidad que nos permite tener una actitud positiva ante los retos que presenta la vida día a día, ayudándonos a afrontarlos de manera exitosa, ya que la persona optimista tiende a juzgar y evaluar las situaciones desde un una visión más favorable de la realidad.

El optimista valora las circunstancias, buscando en ellas oportunidad de cambio, mejora, crecimiento y aprendizaje; la persona optimista aprovecha dichas circunstancias, a la vez que determina las acciones a seguir para superar la dificultad y alcanzar la meta.

El optimismo no es sólo un pensamiento positivo o una ideología, sino que sobre todo es un rasgo que forma parte del sistema de creencias y valores personales. De ahí que el optimista procure trabajar por lo que está bien, manteniendo sus decisiones y acciones dentro de marcos saludables y de crecimiento constante, tendiendo a ver las cosas en su aspectos más positivos y agradables, buscando y generando confianza, tranquilidad, seguridad y certeza, con la convicción de que ese está haciendo lo correcto.

No hablo del optimista como la persona que simplemente tiene pensamientos positivos y cruza los dedos, esperando que el universo le responda por mera atracción poniéndoles las cosas en bandeja de plata. Hablo del optimista como alguien con una actitud positiva que acompañada de acciones determinadas y bien pensadas, junto a la consistencia y la perseverancia lleva el individuo a crecer y querer hacer.

El optimista no está exentode problemas, conflictos o situaciones difíciles, sino que al presentárseles estas circunstancias la persona es capaz de manejarlas con una actitud correcta, viendo en ellas una oportunidad para impulsarse y continuar su lucha a partir de este aprendizaje.

El optimismo va de la mano con la persistencia, la esperanza y la fe en uno mismo, junto al esfuerzo en alcanzar lo que nos proponemos o superar lo inesperado.

El antagónico del optimista es el pesimista, que todo lo ve oscuro, difícil o imposible, llegando incluso a rendirse sin haber empezado a actuar o accionar, muchas veces contaminando a los que están a su alrededor. El optimista suele ver el vaso medio lleno y el pesimista tiende a verlo medio vacío.

No podemos confundir la cualidad de ser una persona realista con un aparente pesimismo o falso optimismo. El optimista es consciente de la realidad, la conoce, la medita con el fin de buscar la forma de sacar la mejor ventaja en base a esta verdad.

El pesimista tiende a analizar la realidad, ve los problemas sólo como contratiempos y busca la forma de actuar de manera provechosa en medio de las oportunidades.
El pesimista por el contrario tiende a cruzarse de brazos y muchas veces a terminar en el fracaso, suele aceptar al mundo y las cosas de la vida tal y como son, sin hacer el esfuerzo por cambiarlas o beneficiarse de ellas.

El optimista desarrolla una capacidad para disfrutar y enfrentar los retos de la vida, por lo que es frecuente que sea más feliz, sus niveles de resiliencia son más altos, trata de tener el control de las situaciones, acepta con mayor facilidad lo bueno y lo malo con miras a mejorar; además tiende a perdonar con mayor facilidad y a ser más perseverante y productivo, padece menos estrés, es más agradecido y suele ser menos obsesivo.

Las personas optimistas además desarrollan un proyecto de vida equilibrado, parte de sus rutinas suele ser practicar un deporte, dormir mejor y tener patrones asertivos para el auto-cuidado.

El optimismo es una cualidad y una habilidad para la vida que nos convierte en mejor persona.La autora es psicóloga y educadora, directora y fundadora de MLC SCHOOL Twiter: @MLC_Schoolrd @SVirginiaP Instagram: @pardillavirginia