Juan Bosch se refirió hace años que “La opinión pública se hacía a base de chismes, rumores, calumnias, habladurías de doble sentido, y a veces hasta a base de apodos y nombres que ridiculizaban a una persona”. Han pasado más de 60 años de esa frase y vemos que sigue siendo parte de la opinión pública, ha incrementado esa práctica como nunca dentro de la opinión, en especial se multiplica a través de las redes sociales y medios de comunicación.
Con muchas cosas que están ocurriendo como los apagones, los incendios forestales, el alto costo de la canasta básica, el impacto que tendrá la desgravación arancelaria del DR-Cafta, la inseguridad etc… funcionarios del gobierno prefieren discutir entre ellos, lo que tumba a los temas de suma importancia para la población y da un “pan y circo”, con sus conflictos.
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Que el presidente de una cámara legislativa, que es parte de un poder de Estado, que tiene muchas deudas pendientes como es el Código Penal y otras iniciativas que han quedado engavetadas. Un ministro de medioambiente que, desde el primer día, dejó claro que no sabe de eso y que es economista. Esos funcionarios tuvieron discusión en redes donde la reclamación no va tanto por lo que dijo el ministro, sino porque no tiene nombrado en el ministerio compañeros de partido.
Un chisme interno que se ha vuelto titular en los medios y tendencia en redes, donde si me preguntan quién es el perdedor, es el pueblo dominicano. Eso es debido a los funcionarios que dejan las principales problemáticas en el olvido, en detrimento de un conflicto partidario. Pierde el pueblo porque el problema de los oficialistas se basa en presentar excusas y no soluciones. Y pierde el pueblo, porque ve que el orden de prioridades del gobierno es repartir el Estado como botín para los compañeros de partido, no como plataforma para servir y mejorar la vida de todo dominicano que quiere progresar y trabajar dignamente.