El papa Francisco ora frente a una estatua de la Virgen María en el centro de Roma el jueves, 8 de diciembre del 2016, en ocasión de la Fiesta de la Inmaculada Concepción. (AP Foto/Andrew Medichini)
Ciudad del Vaticano.- El papa Francisco abogó hoy por la práctica de la “no violencia” para conseguir la paz en las relaciones personales, sociales e internacionales, en su mensaje con motivo de la Jornada mundial de la Paz, que la Iglesia celebra el primero de enero.
En el mensaje, que fue publicado hoy por el Vaticano, Francisco hace un elogio de la ideología de la “no violencia” y de los logros obtenidos con su práctica por “Mahatma Gandhi y Khan Abdul Ghaffar Khan en la liberación de la India, y de Martin Luther King Jr. contra la discriminación racial».
“Que la no violencia se transforme, desde el nivel local y cotidiano hasta el orden mundial, en el estilo característico de nuestras decisiones, de nuestras relaciones, de nuestras acciones y de la política en todas sus formas”, es el llamamiento del pontífice.
Francisco reitera su concepto de que vivimos actualmente “una terrible guerra mundial por partes” y reflexiona sobre que “no es fácil saber si el mundo actualmente es más o menos violento de lo que fue en el pasado” o si “nuestra época nos hace más conscientes de la violencia o más habituados a ella».
En cualquier caso, agrega, el mundo vive actualmente “guerras en diferentes países y continentes; terrorismo, criminalidad y ataques armados impredecibles; abusos contra los emigrantes y las víctimas de la trata y devastación del medio ambiente».
Por ello asegura que “responder con violencia a la violencia lleva, en el mejor de los casos, a la emigración forzada y a un enorme sufrimiento». Y que en el peor de los casos, “lleva a la muerte física y espiritual de muchos, si no es de todos».
Francisco pone en su mensaje el símbolo de Madre Teresa de Calcuta como “constructora de paz” y también afirma que “las mujeres son frecuentemente líderes de la no violencia».
Pone el ejemplo actual de “Leymah Gbowee y de miles de mujeres liberianas, que han organizado encuentros de oración y protesta no violenta, obteniendo negociaciones de alto nivel para la conclusión de la segunda guerra civil en Liberia».