Ciudad del Vaticano. El papa Francisco elogió hoy la labor religiosa del sacerdote italiano Giovanni Schiavo, beatificado el sábado en Brasil, donde contribuyó al desarrollo de la obra de la congregación de los Josefinos y de las Hermanas Murialdinas de San José.
Schiavo fue beatificado el sábado en el curso de una ceremonia que se celebró en el municipio de Caxias do Sul, en el sur de Brasil, país al que dedicó gran parte de su vida como religioso.
Hoy, el papa Francisco recordó su beatificación, momentos después del rezo del Ángelus, desde la ventana del palacio apostólico y ante los cerca de 30.000 fieles que se congregaron en la plaza de San Pedro para escucharle, según cifras de la Gendarmería vaticana.
Schiavo nació en 1903 en el municipio de Sant’Urbano, en la provincia de Vicenza (norte), en el seno de una familia profundamente cristiana, y fue ordenado sacerdote en 1927.
Fue enviado a Brasil muy joven, en 1931, para trabajar al servicio de la Iglesia y ayudar al desarrollo de la formación religiosa local de los miembros de los Josefinos. Murió en 1967 en Caxias do Sul.
La congregación de San José fue fundada en 1873 en la ciudad italiana de Turín (norte) por el sacerdote italiano san Leonardo Murialdo, canonizado por el papa Pablo VI en 1970.
Actualmente está presente en países como Italia, España, Brasil, Ecuador, México, Argentina, Chile, Estados Unidos o India.