Suecia. — El papa Francisco viajó hoy a la secular Suecia para conmemorar el 500 aniversario de la Reforma Protestante, un gesto llamativo dado que la orden jesuita a la que pertenece se fundó para defender la fe contra las “heréticas” reformas de Martín Lutero hace cinco siglos.
Aunque la visita fue una sorpresa en un principio, tanto el Vaticano como la Iglesia luterana insistieron en que el acto no es una celebración de la rebelión de Lutero.
En cambio, señalan, es una solemne conmemoración para pedir perdón por el cisma en la cristiandad occidental y celebrar la mejora de las relaciones en las cinco últimas décadas.
Francisco ha priorizado esta clase de encuentros de profundo simbolismo para demostrar que aunque divididos en su dogma, los cristianos pueden y deben trabajar y rezar juntos, especialmente en épocas de persecución religiosa.
“Si no lo hacemos, los cristianos nos hacemos daño por división”, dijo Francisco en una entrevista este fin de semana con una revista jesuita.
Francisco llegó con unos minutos de adelanto a Malmo, en el sur de Suecia, e inmediatamente se reunió para una audiencia en el aeropuerto con el primer ministro, Stegan Lofven, antes de reunirse con los reyes de Suecia.
El acto más importante previsto para el lunes era un servicio ecuménico para conmemorar el aniversario con el líder de la Federación Luterana Mundial, el obispo Munib Younan, en la catedral luterana de Lund.
Las delegaciones vaticana y luterana tomarían juntos un autobús —en un viaje ecuménico en sí mismo— para atender un acto destacando la reconciliación y esfuerzos humanitarios de las dos iglesias. Entre los oradores destacados había varios refugiados y el obispo católico de la asediada Aleppo, en Siria.
Francisco continuará con su visita el martes con una misa católica en el estadio deportivo de Malmo, incluida en el último minuto en el programa después de que la pequeña comunidad católica de Suecia expresara sus quejas de que el papa los estaba ignorando y sólo había acudido para conmemoración protestante.