El parque energético de RD se transforma en “un árbol de problemas”

El parque energético de RD se transforma en “un árbol de problemas”

POR CLAUDIO CABRERA
Dada la alta condicionalidad que impone el costo del petróleo para el crecimiento económico de los países adscritos al acuerdo RD-Cafta en el corto plazo, tal como lo reconoce el presidente Leonel Fernández, la República Dominicana tendrá que adoptar las previsiones necesarias para enfrentar un prolongado período de alzas en un producto el cual, además de una alta demanda, exhibe limitaciones estructurales y coyunturales en la oferta en una tendencia iniciada hace 75 meses y que podría prolongarse entre el 2008 y 2010.

Ante esta situación, el gobierno encara la necesidad de introducir drásticas transformaciones, sobre todo al sistema eléctrico. Con una capacidad de generación calculada en 3 mil 164 megavatios a mayo de este año, el parque deja insatisfecho al mercado nacional en alredor de mil 972 megavatios a ese mes, reflejando “un porcentaje significativo de demanda no abastecida”.

Tal como lo consigna el informe elaborado por la Unidad de Análisis Económico de la Secretaría Técnica de la Presidenciaen en su Monitor Energético, el problema que arrastraba el parque de generación del país se agudizó en la década de los años noventa. “Se creó una estructura de generación muy cargada de tecnología de combustibles fósiles importados (85%) cuyos precios hoy en día comprometen seriamente los costos de producción, la seguridad energética del país y la viabilidad económica y comercial de la tarifa eléctrica”.

El estudio contenido en el documento precisa que en abril del año que transcurre el 37% de la energía se generó con derivados del petróleo y un 50% se procesó con otros combustibles fósiles, como gas natural y carbón.

El documento explica que el aumento de los precios de los combustibles fósiles, “principalmente de los petrolíferos, eleva los costos de generación”. Pero refiere que en la medida en que hubo mayor energía disponible, la cual ostenta los menores costos, la generación térmica resultó desplazada en el orden de mérito de despacho, al orientarse por el principio que rige el mercado eléctrico mayorista basado en “utilizar los recursos preservando la seguridad y el mínimo costo económico para el conjunto del sistema”.

Pondera la situación señalando que al desplazarse un mayor uso de combustibles fósiles, esto contribuyó a mitigar el choque representado por los precios del petróleo en las importaciones de productos petrolíferos y sobre la factura energética nacional en los últimos años.

Apunta el documento que en los últimos quince meses la tarifa eléctrica calculada, que es la indexada a los precios internacionales de los combustibles y a la tasa del dólar, se multiplicó 1.52 veces mientras que el promedio general de la tarifa observada lo hizo sólo 1.12 veces. “La indexación de la tarifa eléctrica constituye uno de los temas recurrentes en las respectivas agendas de diálogo y negociaciones del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), Banco Mundial y FMI con el gobierno dominicano”.

“Un árbol de problemas”

Al exponer que la solución al problema eléctrico en el país implica el mayor reto para todos los sectores de la vida nacional, gobierno, empresarios eléctricos y consumidores domésticos y empresariales, se resalta que el problema lleva implítico “un árbol de problemas” con varios factores a tomar en cuenta.

Tales factores son en primer lugar, una estructura de producción gravosa en que el 82% de la capacidad es térmica, mientras es muy exiguo el desarrollo de la fuentes renovables. En segundo lugar, la presencia de pérdidas técnicas debido a la obsolescencia en grandes extensiones del sistema de transmisión y distribución, “lo que sumado a la estructura de fuentes de generación, explica significativamente los altos costos”.

Al respecto señala que el Instituto de Energía de la UASD estima que los costos de generación y distribución abultan la tarifa base hasta en un 38%. En la actualidad el costo de la tarifa vigente en abril del 2006 asciende a  27 centavos el kilovatio/hora para el tramo de consumo residencial de más de mil kilovatios/hora al mes, en tanto que en Centroamérica varía entre 16 y 9 centavos.

También se atribuye el mal, en tercer lugar, “a contratos mal estructurados que incluyen fórmulas impropias de indexación que favorecen a los socios privados”.

En cuarto lugar expone la existencia de una tradicional “falla de gestión” de parte de las empresas distribuidoras que no logran mejorar su recuperación en el ingreso de efectivo en lo cual trabajan para rescatarlas.

Resalta además la presencia de una deuda del sector eléctrico y la morosidad en el pago a las generadoras, principalmente de parte de los agentes privados, lo cual siembra incertidumbre en el segmento de la generación. A esto se añade la “vergonzosa cultura del fraude” en la cual alrededor de 800 mil usuarios no pagan y otros pagan mal la factura eléctrica.

En este contexto de problemas se visualiza una alta dependencia del “stock” de capacidad dependiendo de productos petrolíferos, cuyos precios han escalado a niveles espectaculaes, así como la falla en la cobranza de la energía que se factura principalmente a grandes usuarios.

Subraya que en este marco el año 2005 fue uno de los más difíciles, “si no el que más” en términos de financiamiento el consumo de energía. Agrega que no solamente por lo onerosa que fue la factura petrolera, la cual incrementó hasta los US$2 mil 451 millones.

En los doce meses indicados, el país gastó US$900 millones más, vía la factura respecto del año 2004, alcanzando una incidencia de 8.6% sobre el Producto Bruto Interno, el 40% de las exportaciones totales y un 25% de las importaciones.

 El parque de generación

Según consta en el documento elaborado por la dependencia del Secretariado Técnico de la Presidencia, el parque de generación del país está constituído por 71 plantas, de las cuales 39 son térmicas, que concentran el grueso de la capacidad (85%), y 32 son hidroeléctricas. Pero se advierte que “muchas plantas y mucha capacidad no significan necesariamente buen parque de generación”.

Usualmente el Sistema Eléctrico Nacional Interconectado (SENI), tiene entre doce y quince plantas bajo operación a combustible fósil, la mayoría con altos costos de producción.

Refiere que para la última semana de mayo del 2006 de las 37 plantas a combustión fósil de la lista de mérito del SENI, diecinueve operan a fuel oil número 6, trece a fuel oil número 2, tres a carbón y tres a gas natural.

El precio de esos combustibles en el mercado internacional en la fecha de referencia situaba el fuel oil número 6 a RD$42.7 por galón; fuel oil número 2 a RD$64.8 el galón; el carbón a RD$1.1 la libra; el gas natural a RD$251.2 por Millones de BTU. Un gran número de plantas se mantiene aún apagadas y como capacidad disponible de generación del sistema.

En cuanto a la capacidad de producción de las hidoreléctricas suma unos 468 megavatios, de los cuales 67 megavatios se adicionaron en los últimos seis años.

Tal desarrollo fue resultado de la entrada en operación de dos unidades de producción hidroeléctricas (Los Toros 1 y 2) en Azua al 2001. Otras dos unidades hidro en Monción (1 y 2). También la unidad Aniana Vargas, en Bonao, al 2003 y la unidad Jimenoa en La Vega al 2005.