Gonzalo Castillo, el candidato presidencial del partido gobernante, habló el domingo frente a miles de jóvenes y se expresó del modo siguiente: “el PLD está más unido, fuerte, activo y operativo que nunca, y con un penco como yo ganaremos en primera vuelta”. Esa expresión contiene tres conceptos básicos: la unidad partidaria tras la salida del leonelismo, el optimismo de triunfar en primera vuelta y su apropiación pública del término “penco”, elevando el apodo a la categoría de “branding político”, que representa su marca política personal, la cual utilizará sin rubor durante el presente proceso electoral. Cuando el presidente Danilo Medina acuñó la frase “penco”, en aquella memorable presentación de Castillo como precandidato presidencial del danilismo, estaba creándole a su delfín la marca personal para transitar el competitivo trayecto hasta mayo. Como si dijera: “Eres inseparable de tu marca personal. Es la percepción que otros tienen de ti y existe aunque tú no seas consciente de ello”. La cita pertenece a Mariela Dabbah, escritora, conferenciante y coach argentina, quien durante los últimos 20 años ha desarrollado hombres y mujeres empresarios en Estados Unidos. “Penco” la tomó Medina de Lidio Cadet, quien la aprendió de su padre, un emprendedor campesino de Higüey que solía utilizarla para describir al hombre duro como el tronco, industrioso y difícil de vencer; pero desde que el mote surgió la oposición apeló a ella para llenar las redes sociales de insultos y burlas.
Si se entiende a cada candidato como una marca, entonces el posicionamiento de “El Penco”, se explica en su sencillez, honestidad, campechanía y eficiencia. Sus estrategas, el propio Medina, Rubén Bichara y Francisco Javier, entre otros, dieron a la palabra “penco” la categoría de branding, marca, mediante asesoramiento, estrategia, coherencia, comunicación y presencia digital.