Cuando el empresario Pedro Pablo Bonilla (Pepe) inauguró Rahintel-HIN televisión, llamó a su lado a Rafael Solano, que estaba en La Voz Dominicana, el único canal televisivo del país.
El maestro comunicó a Petán Trujillo la propuesta que le había hecho don Pepe, y el hermano del dictador, en forma despectiva, le dijo: “Solano, eso es un puesto de leche, su vida será efímera”.
Rahintel, canal 7, inició las transmisiones el 28 de febrero de 1959, y de inmediato Solano entró en acción y contactó un grupo de artistas amigos, entre los que estaba Luchy Vicioso, cuyo padre nunca quiso que trabajara en la emisora oficial.
En otra ocasión, los corifeos de Trujillo concibieron la idea de grabar una producción con autores dominicanos, con estrofas de las canciones y merengues con loas al dictador, responsabilidad que fue confiada al maestro Luis Rivera.
En el ensayo de la primera versión, un “asistente” de Petán proclamó: “Pero ahí no está Solano”, lo que fue suficiente para que Rivera recomendara a Solano que de inmediato escribiera algo “alegórico al jefe”.
El compositor y pianista no escribió nada, y en cambio, decidió irse al exilio en Puerto Rico. Estas revelaciones las hizo el autor de “Por amor” en una comparecencia televisiva a propósito de cumplir mañana domingo, 10 de abril, 91 años de feliz existencia, fecha que le sirvió de inspiración para su canción titulada “El 10 de Abril”.
El maestro Solano es autor de más de un centenar de composiciones de diferentes géneros de corte romántico, folklórico y religioso, además del merengue y la mangulina.
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Trayectoria
Solano nació en Puerto Plata y entre sus composiciones más conocidas figuran “Por amor”, “Confundidos”, “Confesión de amor”, “Magia”, “Mi amor por ti” y “Dominicanita”.
“Por amor”, ganadora del primer Festival de la Canción Dominicana, celebrado en 1968, con la interpretación de Niní Cáffaro, está considerada la pieza dominicana de mayor proyección en el mundo.
Marco Antonio Muñiz la escuchó por primera vez estando en el país y comunicó a Solano que la incluiría en su reportorio. Y así fue.
Como productor de televisión, muchos de los programas del maestro permanecen en la memoria de los dominicanos: “La hora del moro”, producido todas las semanas en Rahintel, de donde surgieron voces como las de Fernando Casado, Luchy Vicioso, Arístides Incháustegui, José Lacay, Julio César Defilló y otros. Años más tarde, junto a Nobel Alfonso, el programa se convirtió en diario con el nombre “El show del mediodía”.
Solano fue el creador de los festivales de la voz, que sirvieron de cantera de nuevos talentos, donde surgieron Fernando Villalona, Adalgisa Pantaleón, Sergio Vargas, Frank Valdez, Manny Olivo y Fausto Guillén.
Junto a Yaqui Núñez del Risco fue productor del programa diario “Letra y Música”, logrando gran impacto por su contenido innovador.
Hasta el año 1975 escribió en el Listín Diario la columna “Solanismo”, y en 1992 publica su primer libro titulado “Letra y Música”, relatos autobiográficos de un músico dominicano, y junto a doña Catana Pérez, editó el libro El Merengue, Música y Baile de la República Dominicana, buen aporte al estudio científico de la música popular del país, que le valió el Premio Nacional en la Feria del libro 2005.
Fue embajador dominicano ante la Unesco y condecorado con la orden de Duarte, Sánchez y Mella. Ha sido homenajeado con el Gran Dorado, Gran Soberano y el Latin Grammy.
El maestro Rafael Solano Sánchez es un verdadero símbolo de la música dominicana.