El plan de seguridad ciudadana y reforma policial como promesa de campaña del presidente Luis Abinader ha pasado a un primer plano en las últimas dos semanas luego del anuncio realizado por el Presidente a los medios de comunicación, a los cuales les ofreció algunos detalles sobre algunos de los ejes básicos contenidos en el plan de reforma policial integral desde arriba.

El mandatario a dado muestra explicita de su empeño en poner en marcha dicho plan en el corriente mes de enero. Ha otorgado asignaciones presupuestarias al Ministerio de Interior y Policía. Además, ha dispuesto un sustancial aumento salarial tanto para los agentes policiales y los militares.

Mucho más, ha explicado la manera integral en que debe ser tratada la violencia domestica y los mecanismos para el sostenimiento de las estructuras de combates y prevención de ese fenómeno social, que tanto aqueja a la sociedad dominicana.

Sin embargo, la ciudadanía en sentido general desconoce el orden, la importancia, enfoque y dimensiones de componentes tan singularmente relevantes como son la inseguridad ciudadana en los barrios de los sectores populares, el abuso policial generalizado, las estructuras del crimen entroncadas en el cuerpo del orden de la Policía Nacional y cuerpos castrenses, así como también la corrupción policial y militar tanto administrativa como sus conexiones con la delincuencia callejera y con el crimen organizado, temas neurálgicos que la ciudadanía quisiera conocer.

Mucho más, la ciudadanía en sentido general, quisiera ser parte propositiva de solución para ser garante de la ejecución de los planes. De esta manera también monitorear su preservación en el tiempo y espacios diferenciados, como resultado de un proceso de construcción social desde abajo.