Habiendo ya analizado los libros de Moisés Naím, El Fin del Poder, Privacidad es Poder de Carissa Véliz, y El Gran Tablero Mundial de Zbiegniew Brzesinski, es mucho más fácil tener en nuestra computadora mental, toda una gama de conocimientos en cuanto al poder visto por estos destacados intelectuales, como estrategia y manipulación política.
El primero (Naím), estudia el poder desde la perspectiva de lo que son sus debilidades más enconadas, dentro de un mundo que está en constante movimiento, pero sobre todo, dentro de un contexto en donde se necesitan de nuevas herramientas que cambien el tema del poder hacia un modelo de pensamiento político no tan abstracto, sino más visible y funcional.
Según lo establecido en El Fin del Poder, cada día más, el mundo sufre constantes variaciones que están demostrando, que las actuales herramientas que se usan para mantener o buscar el dominio, están cada vez más en desuso, y por lo tanto, se requieren de nuevas normas y técnicas que les provean a la humanidad de un poco más estabilidad tal y como lo veremos a lo largo del presente análisis.
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En “Privacidad es Poder: Datos, Vigilancia y Libertad en la era Digital”, de la autoría de Carissa Véliz, aquí se nos permite reflexionar en unos cuantos párrafos, sobre el Poder y la privacidad política como estrategia y manipulación.
Véliz, quien además es una destacada especialista en el tema de la Ética y la Inteligencia Artificial, pero sobre todo, en Filosofía Política y Políticas Públicas, enlaza a través del libro Privacidad es Poder, una serie de conceptos, y a la vez expone a todo lo largo del citado texto, diversas estrategias, las cuales nos han servido de mucho para analizar y llegar a ciertas conclusiones sobre lo que es el manejo del poder, pero desde la óptica de lo que es la vigilancia como estructura de dominio.
Mientras que Zbiegniew Brzesinski en su muy famoso libro El Gran Tablero Mundial, más que endosar al mismo frías teorías sobre el poder y su hegemonía, este más bien se concentra en dar toda una serie de detalles muy precisos sobre la influencia que en muchos órdenes mantiene los Estados Unidos sobre el mundo, en donde da además una serie de recomendaciones muy puntuales para la continuidad de esta gran nación como una de las máximas potencias del globo.
Claro, sin dejar de reconocer en el mismo texto, en la página 52, que “China es ya un poder regional significativo y susceptible de albergar mayores aspiraciones dada su historia como potencia importante y su concepción del Estado chino como el centro del mundo”.
Contrario a Brzesinski, tanto Naím, como Véliz, abordan desde puntos de vistas diferentes el tema de lo que es el poder con sus debilidades, pues, mientras el primero, con una vasta experiencia en el manejo del mismo, lo aborda desde lo que es la fuerza que este ha ido perdiendo, la segunda, lo trata desde la óptica de la importancia de la privacidad para mantenerlo.
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Recordemos, que Moisés Naím tiene vasta experiencia en el manejo de estos temas, ya que gran parte de su vida la ha dedicado trabajando dentro de diversas cúpulas tanto en su país, Venezuela, en donde fue Ministro de Economía, en el gobierno de Hugo Chávez, como en el establecimiento de cátedras a nivel de instituciones de pensamientos políticos, en los Estados Unidos, en donde es muy bien visto por los diversos círculos intelectuales.
Por su lado, Véliz es una destacada académica, con amplia experiencia en el ramo, y la que al abordar el tema de la Privacidad dentro del campo de la cibernética, no deja de tocar aunque de manera indirecta, el roce que esta tiene con el poder político, como arma fundamental en la lucha por el dominio.
Zbiegniew Brzesinski, es considerado como uno de los pensadores e intelectuales del pasado siglo con ideales más avanzados del mundo occidental, en donde sus obras han influenciado y contribuido al establecimiento de nuevas políticas de pensamiento, no solo a los Estados Unidos, sino a nivel mundial.
De manera un tanto implícita, los tres intelectuales nos señalan, que muchos de nuestros políticos contemporáneos, principalmente aquellos pertenecientes al eje tercermundista, al actuar sin la debida inteligencia emocional como para entender cuál es su papel dentro del medio que los rodea, no se dan cuenta, que “El poder se caracteriza por dos aspectos. El primero es aquello que el filósofo Rainer definió como: la capacidad de A para mover a B a pensar o hacer algo que, de lo contrario B no habría pensado o hecho”, Privacidad es Poder, página 64.
Y más adelante, en la misma página, nos señala, que “el poder es la capacidad que unas personas o instituciones tienen de imponer su propia voluntad aun contra toda resistencia. Aquí lo llamaremos, Poder Duro”, aseveración esta última que la autora extrae de los ideales de quien se considera como uno de los fundadores de la sociología, Max Webber.
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Mientras, por otro lado, en el libro El Fin del Poder de Moisés Naím, en la página 221, este por su lado nos da su versión, de los que para él se llama, Poder Blando, al establecer que este “es como mínimo un concepto volátil, muy vulnerable a las realidades inmediatas de la situación mundial”. Con lo planteado anteriormente, esto nos da la idea de acuerdo a las observaciones tanto de Naím como de Veliz, principalmente; que desde ya los pensadores politológicos deben de ir trabajando un nuevo concepto intermedio entre el Poder Duro y el Poder Blando, para de esta manera ir dando los teóricos paso y así darle a la humanidad una nueva noción que se adapte a las terribles y temibles realidades que el mundo vive hoy día.
Ahora bien, lo establecido por Véliz en el libro que de ella valoramos en el presente trabajo, en la página 73, nos dice y para una mejor interpretación sobre los poderes blando y duro, unas aseveraciones que a todo aquel que estudia la política desde un punto de vista un tanto más profundo a cómo las ven quienes la ejercen sin ningún tipo de estudio y/o análisis, algo así como en una especie de somnolencia, pero en estado real.
Por ejemplo, la respetada académica nos dice que el poder blando, suele ser “más aceptable que el duro, porque es menos contundente. No parece imponerse con tanta fuerza. Sin embargo (continúa diciendo), el poder blando puede ser tan eficaz como el duro ayudando a los poderosos a conseguir lo que quieren”.
“Además, el poder blando suele ser manipulador; consigue que hagamos algo en beneficio de otros con el pretexto de que lo hacemos en nuestro propio beneficio. Se sirve de la voluntad para usarla contra nosotros. Bajo la influencia del poder blando, nos comportamos de forma que no son las que más nos convienen”, La Privacidad es Poder, página 73.
Sin embargo, Naím, quien ha manejado con más interés el tema de las debilidades que en la actualidad enfrenta el poder, ya casi al final de la página 234 deja por sentado un tanto borroso si se quiere “La manera en que ha cambiado el poder, obliga a buscar variaciones a los métodos que no han funcionado en el pasado para darle más estabilidad y menos conflictos al mundo. Tal como evidencian estas páginas, será necesario inventar formas completamente distintas de coordinación internacional”.
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Ahora bien, basándonos en lo que los diversos escenarios tanto de Rusia como de los mismos Estados Unidos nos presentan dentro del actual esquema, podríamos colegir, que son cada vez más latente las amenazas para estas dos súper potencias, en cuanto a dominio se refiere, el auge que en los últimos años ha venido tomando China, lo cual más que el poder político propiamente dicho, estos han estado dando a demostrar desde un punto hasta teórico si se quiere, que a ellos (los chinos), le interesa más el cuidado de sus intereses, sobre todo el económico y la “imposición de su cultura”, pero a través de mecanismos muy bien estructurados.
Si se observa desde un punto un poco más objetivo el papel desempeñado en los diferentes conflictos, en donde hasta por ideología política estos debieron tomar mayor participación, estos se han mostrado un tanto apático, pero si dando a demostrar su habilidad e inteligencia política, como manejar situaciones, creando si se quiere, hasta cierta atmósfera de tolerancia.
Finalmente, es preciso decir que “Además, China se está convirtiendo es un destino buscado por artistas y arquitectos de todo el mundo, y el sentimiento de su importancia creciente está empujando a los padres de todo el mundo a pensar en inscribir a sus hijos en clase de mandarín. Para China, el poder blando es una estrategia explicita” El Fin del Poder página 221.