La Habana. En pleno siglo XXI, en la era de las comunicaciones, Cuba estrenó recientemente su primer punto público de conexión wifi gratuita, un “regalo” a sus compatriotas del artista Alexis Leyva “Kcho”, que ha ofrecido a muchos jóvenes la posibilidad de navegar en la red por primera vez en su vida.
Cuando en el resto del mundo los niños nacen prácticamente con un teléfono inteligente o una tableta bajo el brazo, en Cuba, Pedro, un estudiante de 17 años, se estrenaba este pasado miércoles en la navegación por internet en el estudio de arte El Romerillo, una iniciativa de “Kcho” para la rehabilitación social y cultural de una barriada de La Habana.
“Es ahora que lo estoy descubriendo (internet). Quiero conectarme, hacer amigos y acceder a información”, señaló este joven a Efe mientras trataba de abrirse una cuenta en la red social Facebook desde su teléfono móvil. Esta conexión es la primera ventana gratuita a la red que se abre en Cuba para muchos jóvenes, ya que en la isla la conectividad desde los hogares está restringida a unos pocos profesionales y la gente se conecta en salas de navegación estatales, a 4,5 dólares la hora, una tarifa demasiado elevada para un país donde los salarios rondan los 20-30 dólares al mes.
Pero desde hace unos meses, el “Kcho Estudio Romerillo” se ha convertido, gracias al boca a boca, en punto de encuentro para más de un centenar de personas cada día, sobre todo jóvenes que quieren aprovechar la oportunidad de navegar gratis.
Este experimento constata la avidez por acceder a internet que existe en la isla, ya que algunos usuarios han llegado a pasar hasta 16 horas seguidas conectados e incluso durante la madrugada desde que ese espacio cultural decidió abrir las 24 horas, según dijeron a Efe responsables del centro. “Es muy emocionante ver cómo las personas aprovechan sanamente este nuevo espacio.
Veo por aquí mucha gente joven, estudiantes. Estoy muy contento de que hayamos logrado con este servicio gratuito conectar a familias que estaban desconectadas, hermanos que no se hablaban desde hace tiempo”, explicó a Efe el propio ‘Kcho’.
Ante las largas colas que se formaban para conectarse gratis en alguno de los tres ordenadores de la biblioteca de este centro cultural, este artista decidió compartir con todo el mundo su conexión de 2 megas de velocidad, todo un lujo en un país con donde la tasa de penetración de la banda ancha no supera el 1 %. Con una reconocida proyección artística dentro y fuera de la isla, Alexis Leyva “Kcho2 vive en Cuba fiel a la revolución y a su líder Fidel Castro- precisamente el último acto público donde se vio al expresidente cubano fue en este “Laboratorio para el arte” el 8 de enero de 2014, cuando se inauguro el centro.
“Es mi responsabilidad como ciudadano (…) La Revolución cubana educó a ‘Kcho’ para hacer cosas como ésta. Yo soy como mi pueblo, enérgico, soñador, luchador y capaz”, afirma el artista. Muy agradecido por la iniciativa de “Kcho” está Juan Carlos, un músico de 19 años, quien entró por primera vez a internet hace un mes en el Romerillo y ahora es ya un habitual del lugar.
Allí acude casi todos los días y pasa conectado hasta cinco horas “para comunicarse con amistades y familiares que viven fuera, consultar información y descargar partituras». “Internet es un caudal de información al que antes no tenía acceso (…) Realmente lamento no haber tenido este acceso antes a internet. Es algo muy útil, que entretiene bastante”, indicó. “A mí me gustaría que hubiera más lugares como este, con más acceso a información porque definitivamente la tecnología no se puede parar.
Va avanzando cada vez más y los jóvenes necesitamos la tecnología para desarrollar nuestras capacidades”, subrayó a Efe Ariel Rosado, que cursa primer año de informática en la universidad, donde no tiene un acceso generalizado y libre a la red. Gracias a la iniciativa de “Kcho”, Ariel y sus compañeros acuden al Romerillo para descargar tutoriales, aplicaciones y libros digitales, que les ayudan a complementar su formación.
“La juventud cubana también necesita formas de comunicarse. Eso no perjudica a nadie, hablar con otros. Creo que deberíamos tener internet como en cualquier otro lugar”, afirmó por su parte Lester, odontólogo de profesión. “Yo estuve en Haití, un país bien pobre y hay internet. Pienso que la juventud cubana se merece internet libre”, apuntó.
Él, como muchos jóvenes cubanos, tiene la esperanza de que el deshielo entre Cuba y Estados Unidos sirva para mejorar las telecomunicaciones en la isla, compromiso adoptado por el gobierno estadounidense desde el pasado 17 de diciembre y asunto que ya ha centrado varios encuentros bilaterales entre ambos países.