Llámenme utópica, idealista o pariguaya, pero siempre he creído que un gran poder implica una gran responsabilidad, que en los medios, y siendo académicos, se traduce en teorías como la del perro guardián que le adjudica la responsabilidad de velar como animales rabiosos por los mejores intereses de la sociedad.
En ese sentido, y a propósito de esta coyuntura electoral que tiene bastantes novedades, siendo una de ellas la implementación de nuevas disposiciones y topes en relación a la participación femenina y juvenil, y sus respectivas cuotas.
De ahí que, buscando cumplir con esa responsabilidad de la comunicación y aportar, así sea un granito de arena, organizamos, junto con las colegas Suedi León y Caroll Mueses, y un gran equipo de hombres y mujeres, el Primer Simposio Juventud, Mujer y Política.
La idea estuvo clara desde el principio: reunir a excelentes exponentes del campo de la política y de la comunicación nacional e internacional para que compartan sus conocimientos con mujeres y jóvenes aspirantes en estas elecciones del 2020 o con alguna inclinación política. Es decir, formarlos, capacitarlos y elevar así su capacidad de competencia y, por ende, su posibilidad de llegar al poder.
De inmediato y de manera muy afortunada encontramos una gran gama de profesionales que se sumaron al proyecto: Felipe Vallejos, Licelotte Baigés, Melvin Peña, Eduardo Valcárcel, Pavel De Camps y Nathanael Concepción, además del magistrado Román Jáquez Liranzo, del TSE, y Katia Miguelina Jiménez Martínez, del TC.
A ellos se sumaron políticos como: Doña Milagros Ortiz Bosch, Minou Tavárez Mirabal, Karen Ricardo, Carolina Mejía, Hugo Beras, Orlando Jorge Villegas, Jhonatan Liriano, José Horacio Rodríguez y Michelle Ortiz.
¿Y qué decir de nuestra audiencia? Si algo demostró es el alto interés que tienen jóvenes y mujeres en capacitarse, expresado en que hubo que ampliar el cupo de 160 personas a 380 debido a que cientos de jóvenes y mujeres de la capital, de la provincia Santo Domingo, Puerto Plata, Santiago y Valverde dijeron que sí a esta oportunidad de capacitarse.
Y en ese sentido el agradecimiento especial a las empresas e instituciones que colaboraron para que esto sucediera de manera gratuita: UNIBE, USAID, Finjus, Participación Ciudadana, Fondo Canadá, el PNUD, los Ministerios de la Juventud y de la Mujer, el CEG-INTEC, el IGF-UASD, Ce- Mujer, Banco BHD-León, Senasa, Helados Bon y Smartcon SRL.
Al final el gran aprendizaje y a la vez motivación es que aunque nunca podemos dejar de reclamar al Estado y al sector privado cumplir con sus responsabilidades, no deja de ser interesante el aporte que cada uno pueda hacer para el avance democrático e institucional de RD. Después de todo, como canta Pablo Milanés, la vida no vale nada, si no es para perecer porque otros puedan tener lo que uno disfruta y ama.