El procurador general de la República, Jean Alain Rodríguez, salió este fin de semana del país con destino a los Estados Unidos, en medio del caos generado, recientemente, luego de que éste presentara dos cartas anónimas, y otra de un juez, en las que se cuestiona el proceder ético de la magistrada Miriam Germán Brito, presidenta de la Segunda Sala Penal la Suprema Corte de Justicia.

De acuerdo a la Procuraduría General de la República, Rodríguez sostuvo un encuentro de trabajo con su homólogo para el distrito de Nueva York, el procurador general federal Geoffrey Berman, en el que abordaron temas como la cooperación jurídica internacional y “abordaron diferentes temas relativos al ámbito de actuación de sus respectivas instituciones”.

Explicó además que en el transcurso del encuentro, ambos funcionarios trataron sobre el impacto transnacional de estos delitos y crímenes y la importancia de la colaboración  de los Estados en la prevención y combate de esos flagelos, que afectan actualmente a un gran número de países.

Mientras el procurador continúa su agenda de trabajo, el caso de presunta difamación sigue inconcluso. Distintas personalidades manifestaron su apoyo a la magistrada Germán, a quien definieron como una profesional intachable, mientras que otros insisten en que las denuncias sean investigadas a fondo.

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Tras lo sucedido durante el primer día de evaluaciones realizadas por el Consejo Nacional de la Magistratura (CNM) a los jueces a la Suprema, Germán Brito, quien aspira a quedarse en el cargo de presidenta de la Segunda Sala Penal de ese tribunal, recusó al procurador, con el objetivo de que sea excluido del proceso de evaluación en lo que se refiere a su persona.

Cómo inició el caso

El pasado lunes 4 de este mes, durante la evaluación realizada por el CNM a Germán Brito, el procurador leyó tres cartas, dos de ellas anónimas, en las que se vincula a la magistrada con el caso de los hermanos Winston Rizik y Nelson Rizik, condenados en 2018 por narcotráfico, porte ilegal de armas de fuego y lavado de activos.

La tercera carta donde se cuestiona la el proceder de la jueza está firmada por el juez José Gregorio Bautista, quien además depositó su denuncia formal ante el Consejo del Poder Judicial.