El puerto de Manzanillo: Un horizonte de bienestar

El puerto de Manzanillo: Un horizonte de bienestar

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En los procesos disruptivos en que nos encontramos y ante los cambios en el comportamiento del consumo, un movimiento de esta naturaleza, para nosotros, dentro de estos procesos, está en el puerto de Manzanillo, dada la proximidad geográfica y la proximidad económica.

Estos son los dos factores esenciales en una economía Mundial sin barreras, expuestos en los modelos de gravedad de Thomas Chaney. La proximidad geográfica indica el tiempo que lleva el producto desde la salida hasta la llegada a las costas de destino.

Una vez habilitado el Puerto de Manzanillo, después de haber creado una zona especial amplia, en la Línea Noroeste, similar a la de Shengen, el producto llegará a puerto ida y vuelta, cubriendo, aproximadamente, solo 100 kilómetros.

Mientras que, enviando la carga desde Santo Domingo, la ida y vuelta cubre 600 kilómetros. Enviando la producción de la zona especial vía Manzanillo, el costo de transporte marítimo y terrestre de la carga sería, aproximadamente, entre 30% y 40% menos, si fuera enviada por los puertos próximos a la capital.

Desde luego, es muy importante enfrentarse al costo de electricidad: el país ocupa el puesto 117 de 138 en cuanto al costo de la electricidad se refiere. Y, por otro lado, el costo de transporte, también hay que enfrentarlo, pues es de 30% mayor que el costo de los países de Centroamérica. Evidentemente, estos son puntos que debemos tomar muy en cuenta, para buscarles las posibles soluciones.

El comercio de China y México ha crecido desde el 1994 de 500 millones dólares a 74 mil millones. Por esa razón, China ha invertido entre 30 a 40 billones de dólares, fundamentalmente, en infraestructura.

En el caso de la costa este norteamericana, con 170 millones de consumidores reales, México no tiene acceso económico a esa zona. Hay solo dos naciones con posiciones estratégicas para abastecer a esta zona: Cuba y República Dominicana. Cuba terminó el Mega puerto de Mariel (con inversión extranjera), pero no han podido utilizarlo porque el embargo se ha mantenido, este no es el caso nuestro.

Si nos enfrascamos a hacer el megapuerto de Manzanillo, que tiene 48 pies de calado, y enfrentamos los problemas del costo de la luz y el transporte, no hay límites para la Zona Especial a la línea Noroeste; florecerá plenamente.

Otro factor que le ha dado mucho resultado a los países asiáticos, metida de lleno en la competencia internacional, es el siguiente: el “Salario diferenciado”, o sea, que no debe haber un solo salario, con diferencias de costos de vida, por ejemplo, no es el mismo salario mínimo el de Santiago, que el de Dajabón o Montecristi.

Este factor aún se mantiene como éxito de las naciones asiáticas.

Es evidente que una educación tradicional no produce el trabajador que demanda una parte importante de la zona de exención, por lo que resulta necesario crear una alianza con instituciones educativas, que permita crear la mano de obra calificada y especializada que se requiera.

Ese es uno de los mejores logros del Sistema Educativo Alemán, con la creación del Realschule, en el que se identifica a temprana edad si el estudiante va a un nivel técnico o profesional. Esto se hace más importante a medida que se crean las capacidades para poder ser más competitivos, o sea, pasar de un país de espalda a la globalización a uno inmerso en ella.

Es importante que, dentro de los principales puntos de acción de las nuevas autoridades, esté considerado este gran proyecto.

Es por todo esto que nos sumamos a ese imperativo: la necesidad de la reconstrucción del Puerto de Manzanillo. Si se realiza este anhelado y necesario proyecto, no hay duda, que se casarán con la gloria, pues al sumarse a la globalización (luego de vivir de espalda a la misma por más de 25 años) y reducir la brecha comercial, proveerán de prosperidad, en un momento histórico tan especial como este en que vivimos, al pueblo dominicano.

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