Las autoridades de salud estadounidenses aprobaron el jueves el primer fármaco para tratar el COVID-19: remdesivir, un antiviral que se administra por vía intravenosa a pacientes hospitalizados.
El medicamento, que Gilead Sciences Inc., con sede en California, llama Veklury, redujo el tiempo de recuperación de 15 a 10 días en promedio en un estudio en gran escala dirigido por los Institutos Nacionales de Salud.
Había sido autorizado para su uso en casos de emergencia desde la primavera, y ahora se ha convertido en el primer fármaco en obtener la aprobación completa de la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés) para tratar el COVID-19.
Veklury ha sido aprobado para personas de al menos 12 años de edad, que pesen cuando menos 40 kilogramos (88 libras) y que se encuentren hospitalizadas debido a una infección con coronavirus. Para los pacientes menores de 12 años, la FDA permitirá que se aplique el medicamento en casos específicos, de acuerdo con su autorización previa de uso en emergencias.
Funciona inhibiendo una sustancia que el virus usa para hacer copias de sí mismo.
Se requieren ciertas pruebas renales y hepáticas antes de comenzar el tratamiento. Y la etiqueta advierte que no se debe utilizar en conjunto con el fármaco contra el paludismo hidroxicloroquina, porque eso puede reducir su efectividad.
“Ahora tenemos suficiente conocimiento y un creciente grupo de herramientas para ayudar a combatir el COVID-19”, dijo el doctor Merdad Parsey, principal funcionario médico de Gilead, en una declaración.
El medicamento está aprobado o tiene autorización temporal en unos 50 países, apuntó.
Su precio ha sido controversial, dado que ningún estudio ha mostrado que mejore las probabilidades de supervivencia. La semana pasada, un estudio amplio encabezado por la Organización Mundial de Salud concluyó que el fármaco no ayudó a los pacientes hospitalizados con COVID-19, pero ese estudio no incluyó un grupo de placebo y fue menos riguroso que estudios previos que encontraron un beneficio.
Gilead cobra 2.340 dólares por un tratamiento típico para personas cubiertas por programas gubernamentales de seguro médico en Estados Unidos y otros países desarrollados y 3.120 para pacientes con seguro privado. La suma que los pacientes paguen por cuenta propia depende del seguro, los ingresos que reciban y otros factores.
Hasta ahora, sólo esteroides como la dexametasona han mostrado reducir el riesgo de muerte por COVID-19. La FDA también ha dado autorización para uso de emergencia del plasma sanguíneo de sobrevivientes, y dos compañías buscan una autorización similar para medicamentos experimentales de anticuerpos.