Los efectos del cambio climático son cada vez más evidentes, y sus impactos se sienten de manera desproporcionada en las comunidades más vulnerables. En la República Dominicana, como en muchos otros lugares del mundo, proteger a estas poblaciones vulnerables se ha convertido en una prioridad clave de las políticas de protección social.
Los registros sociales de hogares como el Sistema Único de Beneficiarios (SIUBEN) juegan un rol central, integrando la gestión del riesgo de desastres en la agenda de la protección social. El SIUBEN está evolucionando hacia un sistema de información social universal, integral, interoperable y flexible, diseñado para aumentar la resiliencia y la adaptabilidad de los programas sociales frente a cualquier tipo de choque, con un enfoque especial en género e interseccionalidad. Consideremos por ejemplo una comunidad rural en la República Dominicana donde la agricultura es la principal fuente de ingresos. En esta comunidad, las personas mayores y con discapacidades enfrentan desafíos adicionales para acceder a los recursos y oportunidades disponibles para la agricultura y otras actividades económicas.
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Con un enfoque de género e interseccional, el SIUBEN puede identificar hogares encabezados por mujeres mayores o personas con discapacidad que enfrentan barreras adicionales para participar en la vida económica y social de la comunidad. Estos hogares pueden ser más vulnerables durante eventos climáticos extremos, como sequías o inundaciones, que afectan la producción agrícola y la disponibilidad de alimentos.
Para abordar esta situación, los programas sociales pueden diseñar intervenciones específicas que tengan en cuenta las necesidades y capacidades de estos grupos vulnerables. Por ejemplo, podrían ofrecer asistencia técnica y financiera para adaptar las prácticas agrícolas a las condiciones climáticas cambiantes antes, durante y después de una emergencia; así como proporcionar acceso a servicios de apoyo, como transporte y cuidado de la salud, para garantizar que las personas mayores y con discapacidad puedan participar plenamente en la vida comunitaria y evitar la caída en la pobreza extrema.
Al reconocer las intersecciones de género, edad y discapacidad en la comunidad, el SIUBEN permite que los programas sociales sean más inclusivos y efectivos, fortaleciendo así la resiliencia de la comunidad frente a los impactos del cambio climático y otros desafíos.
Desde el año 2014, y con el apoyo del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), el SIUBEN ha incorporado nuevos indicadores como el Índice de Vulnerabilidad ante Choques Climáticos (IVACC), para la identificación temprana de riesgos de los hogares que tienen mayor probabilidad de ser afectados por los choques climáticos. Al integrar factores como la ubicación geográfica, la resiliencia de la infraestructura y los datos históricos de desastres en nuestro registro, ahora contamos con herramientas para estimar la probabilidad de que un hogar se vea afectado por peligros naturales específicos como inundaciones o huracanes. Este enfoque innovador ha permitido identificar proactivamente hogares en riesgo y adaptar nuestros esfuerzos de respuesta desde la protección social.
Recientemente los datos del IVACC se han estado utilizando para acciones anticipadas en caso de inundaciones por fuertes lluvias cuando las precipitaciones sobrepasan un nivel crítico previamente establecido por las autoridades de ambos sistemas (protección social y gestión de riesgos ante desastres), y a través de un protocolo previamente establecido a nivel nacional y de estudios técnico-hidráulicos e hidrológicos previos. Los hogares con IVACC alto en áreas con precipitaciones esperada por encima del nivel establecido, reciben una transferencia adicional (expansión vertical) para mejorar su resiliencia ante posibles inundaciones.
Adicionalmente, con los datos del IVACC y los reportes de evaluación de daños por parte del Sistema Nacional de Respuesta, permiten generar de una manera rápida los escenarios de necesidades financieras para el despliegue del bono de emergencia para los hogares afectados por un choque de origen climático.
Otra mejora importante ha sido la aplicación de la Ficha Básica de Emergencia (FIBE) post desastre. Este instrumento sirve para crear un registro del nivel de afectación en los hogares después de un desastre o de un evento climático grave. Esta iniciativa ha mejorado la capacidad del país para recopilar y categorizar información de manera efectiva después de la crisis, permitiendo identificar los hogares afectados de manera rápida y precisa. Para complementar estos esfuerzos, y fortalecer aún más la capacidad de respuesta a nivel nacional, se está desarrollando una plataforma educativa en colaboración con el Banco Mundial para capacitar a otros actores en la captura de información utilizando la Ficha Básica de Emergencia.
En el último año, con el apoyo del Programa Mundial de Alimentos (PMA) se ha incorporado vuelos de drones para identificar de manera más precisa el nivel de afectación de los hogares y para determinar las áreas a priorizar.
En la actualidad el SIUBEN se encuentra trabajando con el apoyo del Banco Mundial y del PNUD en una nueva versión del IVACC, que incluirá capas administrativas de las inundaciones de los últimos 50 años y va a considerar el impacto en los hogares de la sequía y de otros fenómenos naturales críticos.
El gran reto de la República Dominicana es cómo hacer que los choques climáticos no nos alejen de la metas establecidas por la Agenda 2030 para el desarrollo sostenible. Con un mejor registro social de hogares y una protección social adaptativa funcionando plenamente, no dejaremos a nadie atrás.