El sueño del nieto

El sueño del nieto

El actual discurso del nieto del ajusticiado dictador Rafael Leónidas Trujillo, enmarcado en sus aspiraciones en el quehacer político nacional, tiene varios componentes que le son desfavorables, pero parte de sus planteamientos están correlacionados con una frase relevante del comportamiento del dictador y, aunque se trató de un régimen de fuerza, con una población sustancialmente reducida y, por consiguiente, más fácil de manejar, las recientes declaraciones del nieto apuntan a una aspiración que trata de rescatar dos indispensables elementos que le suman partidarios que añoran una condición del Estado basada en “ley y orden”.

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Trujillo cometió y patrocinó atrocidades imperdonables y él y sus familiares podría decirse que han pagado, aunque sea parcialmente, sus bochornosos pecados. A su nieto no le toca reivindicar su nombre o borrar su horrenda historia, pero podría ser un ejemplo de tolerancia democrática que en el presente se le permita tratar de contribuir a enderezar el tórpido camino que lleva nuestra nación. A Ramfis Trujillo hay que permitirle soñar, aunque tarde o temprano despierte de una escalofriante pesadilla.