El telescopio James Webb envía primera foto unificada de una estrella lejana

El telescopio James Webb envía primera foto unificada de una estrella lejana

El telescopio espacial James Webb, que aportará datos inéditos sobre el origen del universo, culminó con éxito su fase de alineación y calibración de sus 18 espejos y ya envió su primera imagen unificada de una estrella lejana.

En una sesión informativa sobre los avances en los preparativos para tener operativo el mayor telescopio enviado al espacio, algo que se espera para junio o julio próximos, los expertos se mostraron este miércoles muy satisfechos de lo conseguido hasta ahora y consideran que lo más delicado de la misión ya quedó atrás.

Con la culminación el pasado día 11 de la “crítica” etapa de calibración fina en la alineación del telescopio, el equipo ha logrado alinear completamente el principal generador de imágenes de Webb, la cámara para el infrarrojo cercano, con los espejos del observatorio.

Tras el éxito de esta primera fase clave, el nuevo observatorio espacial es capaz de recolectar con éxito la luz de objetos distantes y enviarla a sus instrumentos sin contratiempos, destacó la NASA, que colabora en esta misión con la Agencia Espacial Europea (ESA) y la Agencia Espacial Canadiense.

Un ejemplo de ello es una imagen enviada desde Webb y que muestra una estrella llamada 2MASS J17554042+6551277.    

En febrero pasado el telescopio ya había obtenido sus primeras imágenes, de menor calidad y en ese caso de la HD 84406, después de despegar de la Tierra el pasado 25 de diciembre y llegar casi un mes más tarde a su posición definitiva.

La NASA también publicó una foto de un “selfie” del telescopio en la que se ven los 18 segmentos del espejo primario recogiendo la luz de la misma estrella al unísono.    

Al mayor observatorio de ciencia espacial del mundo todavía le faltan varios meses para estar listo para, tal y como indicó en la sesión informativa Thomas Zurbuchen, de la NASA, poder “ver el universo como nunca lo hemos visto hasta ahora».

Lo que distingue al James Webb de las generaciones anteriores de telescopios es que observará el universo en el espectro infrarrojo, por lo que podrá observar las primeras galaxias, las más cercanas al momento del Big Bang.

Marshall Perrin, científico adjunto del telescopio Webb, indicó que hasta ahora se podían captar imágenes de unos pocos colores, pero, gracias al nuevo observatorio, podrán ser de “miles de colores al mismo tiempo».    

Pero el proyecto servirá además como “pionero” de una “nueva forma de construir telescopios”, que valdrá para próximas generaciones de observatorios, según Lee Feinberg, gerente del elemento del telescopio óptico de Webb.

Este telescopio es el primero en el espacio en utilizar espejos primarios segmentados, dado que por su tamaño de 6,5 metros era demasiado grande para caber dentro de un cohete y tuvo que ser doblado para su lanzamiento y luego desplegado en el espacio para formar una sola superficie de espejo.

La NASA aseguró que se espera que para principios de mayo estén concluidos todos los aspectos de la alineación del telescopio óptico y posteriormente dedicarán cerca de dos meses a la preparación de los instrumentos científicos.

Las primeras imágenes de resolución completa y datos científicos de Webb, que Perrin destacó que serán tan enfocadas como las leyes de la física lo permiten”, serán publicados en el verano boreal.

Jane Rigby, científica del proyecto de operaciones de Webb, destacó que la misión permitirá explicar la historia del universo y “qué hay ahí afuera”, incluidas las atmósferas de los planetas.

Para ello ya tienen elegidas las primeras estrellas de las que el nuevo observatorio mandará imágenes, que serán primero estudiadas por las agencias espaciales participantes y posteriormente enviadas al resto de investigadores.