El temor del fracaso económico y social de Montegrande

El temor del fracaso económico y social de Montegrande

Fabio Herrera Miniño.

A medida que avanzan las obras civiles de la presa de Montegrande, más se aposentan los temores en los sureños de que las ilusiones sembradas en torno al proyecto, no serán realidades en el futuro por la mala concepción del proyecto que tuvo mas de político que realismo técnico y factible económicamente.

Ya esas obras civiles están avanzadas en más de un 95%, faltando detalles en la terminación del túnel desvío y encauzar las aguas del río Yaque del Sur fuera del sitio de presa llevando las aguas del río a través del túnel preparado para esos efectos y eventualmente en la descarga de ese desvío instalar una turbina de generación eléctrica de no mas de 20 mil kilos. Hasta ahí llega lo planeado para entonces emprender la parte mas laboriosa y de alto costo del proyecto que serán los acueductos y los dos canales de ambas márgenes para llevar el agua hasta Barahona y por el otro lado ir mas allá de Vicente Noble y Tamayo para entrar de lleno en la llanura de los terrenos salobres lavados desde hace años por el ingenio Barahona.

La construcción de esos canales no será una obra de fácil ejecución por lo difícil del terreno y su peculiar composición geológica. Es un desafío para el ingenio humano la construcción de los canales alimentadores desde la presa de Monte Grande, siguiendo el curso del río y para que realmente rindan el servicio para el cual ha sido diseñada. Hasta su costo podría superar fácilmente lo que costará la presa, ya cercano al billón de dólares.

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El canal primario tendría una capacidad de más de 40 metros cúbicos por segundo hasta la compartición para los dos canales. Uno de 12 metros en la margen izquierda por ser menor la superficie a irrigar y el otro con un volumen de 30 metros cúbicos o más en la margen derecha, tendría la toma aguas abajo de Vicente Noble. El ramal menor se dirigiría hacia el sureste de manera que Canoa, Palo Alto, Rincón y Cabral, además para la laguna de Rincón para favorecer la región hasta concluir ese canal cerca de Barahona. El canal margen derecha y de mayor capacidad hasta llegar a orillas del lago Enriquillo cubriría la parte de Vicente Noble, Tamayo y Mont Serrat para cubrir todos los bateyes que existen en esa área hasta Galván. Se aprovecharía el canal Trujillo, semi abandonado por el INDRHI que casi nunca le han dado mantenimiento.

Los beneficios de Monte Grande, como regulador de las aguas del Yaque del Sur, no se verán de inmediato hasta que no se construyan los canales de riego y se proceda con la construcción de los acueductos previstos para aprovechar las aguas del río para saciar la sed de las poblaciones de esa enorme pradera, tales como Barahona, Neiba, Vicente Noble, Galván y los demás bateyes, ahora con un abastecimiento muy precario e insalubre.

Ojalá que Monte Grande no pase de una gran esperanza a una gran pesadilla, cuando el agua para riego, que es el principal objetivo de esa estructura, no aporte los beneficios. El dinero invertido en la presa, sembrada en un sitio inapropiado, sin un análisis profundo de su factibilidad, debe cuidarse la inversión y sacarle provecho evitando un fracaso humano, económico y técnico.