El TOC de Rafa Nadal

El TOC de Rafa Nadal

Por Julio Ravelo Astacio

A finales de octubre 2019, aterrizaba por cuarta vez en la hermosa ciudad de Bucarest, capital de Rumanía. El propósito de este viaje: asistir al Congreso Mundial de Psiquiatría Social.

Siempre me emociona volver a Rumanía, allí viví cinco años mientras realizaba mi formación de psiquiatra. Recibí enseñanzas, experiencias y afectos que pasaron a ser parte intrínseca de mi existencia. Durante las sesiones de trabajo del congreso pude constatar que en el mismo sólo participaban dos dominicanos. El destacado colega y buen amigo Dr. Eugenio Rothe, quien ejerce en Florida y yo.

Una de las tardes, al concluir las sesiones acordé con la Dra. Nicoleta Tataru, quien fuera mi compañera de promoción en los estudios de la especialidad en el Hospital Gheorghe Marinescu y con la que me he mantenido en permanente contacto durante todos estos años, visitar a la Dra. Elena David, quien fuera colega en el hospital.

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Un buen té, algunas delicatessen, formaron parte de ese hermoso momento. Recuerdos, comentarios, preguntas sobre los demás colegas; ¿a qué se dedicaban ahora y dónde? Aproveché para comentarles que tenía el propósito de escribir un artículo acerca del TOC de Rafa Nadal. Reímos todos de buena gana al decirlo. Los rumanos están muy vinculados al tennis mundial, han tenido campeones de la talla de Ilie Nastase y Simona Halep.

Vamos al grano. ¿Cómo definimos el TOC? Hagamos la separación de este trastorno valiéndonos de la definición de sus dos componentes esenciales: las obsesiones son ideas, pensamientos, impulsos o imágenes con carácter persistente que el paciente considera intrusos e inapropiados y que provocan ansiedad. La compulsión es un impulso intenso, apremiante, a realizar un acto determinado, contrario a los deseos del sujeto, quien se resiste a efectuarlo por considerarlo absurdo, pero tiene que ejecutarlo pues de lo contrario aparece una angustia intensa que solo cede con la realización del acto compulsivo.

Podemos observar en la infancia lo frecuente que son las obsesiones: no pisar las rayas de las aceras, golpear los postes de luz, los hierros de las verjas. En los adultos son ideas y pensamientos que aparecen en la mente de la persona y se resisten a desaparecer durante horas, días, meses y hasta años.

Se preguntarán los amigos lectores: y esto ¿Qué tiene que ver con Rafa Nadal?

Aquí vamos, les invito a observar con detenimiento cualquier partido en que participe. Podremos comprobar algunos gestos y movimientos que tienden a ser constantes en cada una de sus participaciones.

Veamos:

No suelta la raqueta, mientras se dirige de la cueva al campo de juego, cual guerrero antiguo con su espada en mano, al combate. Nunca pisa las rayas blancas del terreno de juego.

Coloca las botellas de agua que consume de manera meticulosamente ordenada. Se toca la manga del hombro izquierdo, manga del hombro derecho, nariz y oreja izquierda, nariz y oreja derecha, de manera reiterada y repetitiva. Tira de sus calzoncillos….listo para la pelea. Cabe destacar que Nadal es uno de los tenistas más destacados a nivel mundial. Sus notables y relevantes triunfos le hacen merecedor de un distinguido lugar en ese deporte. No solo los españoles lo valoran y admiran. El rebasó los límites de su país para ser un deportista de primer orden.

Las cualidades que le adornan como ser humano muestran una conducta seria y responsable frente al deporte, la sociedad y la vida. Ser sencillo y asequible, con una sonrisa abierta, le hacen una persona mucho más querida y respetada.

Recordemos diferenciar que mientras la enfermedad obsesiva, por sus rituales puede llegar a ser incapacitante, los rasgos obsesivos son necesarios y convenientes para llevar a cabo nuestros objetivos y metas. El rasgo obsesivo es motor que nos lleva a perseverar e insistir en aquello que aspiramos lograr.

Posibles enseñanzas:

Nunca renunciar a nuestros sueños y aspiraciones, a pesar de las barreras.

El éxito, nunca nos debe envanecer.

La grandeza verdadera, es aquella que nos permite seguir siendo modestos y sencillos sin importar la resonancia de los logros obtenidos.

Rafa Nadal, al igual que muchos nos ofrece una lección de vida, digna de imitar. Las limitaciones o dificultades no pueden ser vistas como impedimento definitivo para avanzar.