El Tribunal Constitucional (TC) lamenta la muerte del maestro Rafael “Bullumba” Landestoy, uno de los grandes pianistas y compositores dominicanos de todos los tiempos, quien falleció este martes en la noche a la edad de 94 años.
Bullumba Landestoy era nativo de La Romana y estudió en el Conservatorio Nacional de Música en Santo Domingo. Ya a los 20 años trabajaba como pianista en La Voz del Yuna y a esa edad compuso su primera pieza para piano, “Danza loca”.
El TC consideró que la muerte del legendario artista enlutece el arte y a los dominicanos en sentido general, por sus aportes a la música tanto en el país como en el extranjero.
En 2016, en el marco de la celebración del 172 aniversario de la proclamación de la Constitución dominicana y en ocasión de la Gala por la Constitución, el TC rindió un homenaje a Bullumba Landestoy, entregándole una placa, cuyo texto destaca:
“…Reconoce a Rafael «Bullumba» Landestoy, por la extraordinaria calidad de su obra, con la que llenó de intensas emociones una época, así como por su trayectoria vital, caracterizada por la buena ciudadanía y por un acendrado amor a la dominicanidad; todo lo cual le hace merecedor del cariño, de la admiración y del agradecimiento imperecedero de la nación dominicana”.
Ese reconocimiento fue entregado en la sala Carlos Piantini del Teatro Nacional Eduardo Brito, durante un acto en el que también fue reconocido el músico Bienvenido Brens.
En la ceremonia, al referirse a Bullumba Landestoy, el presidente del Tribunal Constitucional, magistrado Milton Ray Guevara citó un trabajo del ingeniero Pedro Delgado Malagón, titulado “Hitos del bolero dominicano”, donde señala que a principios de la década del 1950 el maestro Landestoy salió del país hacia México y, poco después, en Nueva York, donde trabajó como pianista para distintas agrupaciones musicales.
Lo definió como “un autor prolífico y de una inusitada versatilidad”, que se ha movido con igual destreza y éxito lo mismo en el plano de la música clásica que en el de la música popular y recordó que es autor de una docena de obras para guitarra, algunas de las cuales han sido ejecutadas por el dominicano Rafael Scarfullery y por el colombiano Francisco Roldán; también resaltó que compuso 27 obras para piano y diez para soprano y piano. En paz descanse.