El Valor De La Imagen. Mentes dañadas

El Valor De La Imagen. Mentes dañadas

J. LUIS ROJAS.

Las empresas e instituciones que han logrado desarrollar y establecer mecanismos confiables para reclutar el talento humano con las competencias blandas y duras necesarias, pretendiendo con ello gestionar de manera eficaz y eficiente cada uno de sus procesos, tienen más y mejores posibilidades de crear y mantener climas laborales sanos, creativos, productivos y competitivos. La calidad emocional y cognitiva del talento humano son factores de mucha incidencia en la creación y mantenimiento de activos intangibles de alto valor agregado para el desempeño trascendental de las organizaciones. Por lo general, las mentes dañadas ponen sus competencias, sus experiencias y habilidades al servicio de mal.

Para garantizar la sostenibilidad de las organizaciones es imprescindible que sus directivos, ejecutivos, gerentes y el personal de apoyo tengan salud mental. La felicidad, la alegría, la solidaridad, la sinceridad, la actitud creativa, el respeto a la institucionalidad y el fomento de la cultura innovadora son intangibles inexistentes en las organizaciones lideradas por personas con mentes dañadas. Los efectos negativos que provocan, dentro y fuera de las organizaciones, las decisiones y actuaciones de los individuos de temperamento fingido, son inocultables. La exclusión, la descalificación y el no confiar en nadie son características muy propias de las mentes dañadas.
Las funciones directiva, ejecutiva y gerencial de una empresa o institución tienen que estar bajo la responsabilidad de personas que gocen de una buena salud mental, la cual consiste en un estado de bienestar psicológico y emocional que permite al sujeto usar sus habilidades mentales, sociales y sentimentales para desempeñarse con éxito en las interacciones cotidianas.
Las organizaciones lideradas por personas con mentes dañadas se transforman en espacios tóxicos, excluyentes y huérfanos de pensamiento y accionar estratégicos.

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