En estos tiempos de posverdad, en los que la mentira se parece a la verdad y la ficción pretende superar la realidad, hablar de banca responsable es muchísimo más que diseñar y difundir costosas y creativas campañas de marketing, pretendiendo con ellas ocultar resultados derivados de malas prácticas gerenciales, con los que se perjudican los intereses de sus clientes. La banca responsable siempre decide y actúa amparada en la cultura de la ética y la transparencia.
La esencia filosófica de la banca responsable es trabajar por y con sus clientes para generar prosperidad compartida. Además, consulta, involucra y colabora con los grupos de interés para alcanzar los objetivos de la sociedad. En fin, la banca responsable alinea sus actividades con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y con el Acuerdo de París sobre Cambio Climático. Ojalá que todas las organizaciones que participan en el mercado financiero dominicano se adhirieran a los Seis Principios de Banca Responsable de las Naciones Unidas, como lo ha hecho recientemente el Banco Popular Dominicano. La banca responsable predica con el ejemplo. Su credibilidad se construye día a día a partir de sus hechos y resultados. Sería esperanzador saber que las entidades financieras dominicanas tienen interés por adherirse a dichos principios, interiorizarlos adecuadamente y practicarlos en sus relaciones y decisiones cotidianas.
Los Seis Principios de Banca Responsable de las Naciones Unidas es un marco de referencia mundial, ideal para construir liderazgo comprometido con el desarrollo sostenible. Desde la mirada de las Naciones Unidas, entidades bancarias deben trabajar de manera responsable con los clientes para fomentar prácticas sostenibles y actividades económicas que generen prosperidad compartida, tanto para las generaciones actuales como las venideras. Sin dudas, los referidos principios podrían ser el impulso que necesitaba el sector financiero para establecer y mantener la confianza social.
Dichos objetivos giran en torno al compromiso de alinear las actividades empresariales con los ODS, incrementar el impacto positivo de las acciones, trabajar de forma responsable con los clientes y generar una prosperidad compartida; consultar, involucrar y colaborar con los grupos de interés; comprometerse con un sistema efectivo de gobernanza que fije objetivos relevantes y apostar por la transparencia con responsabilidad.