¿Quiénes son los que se muerden la lengua? Son profesionales de diferentes áreas del saber, intelectuales, políticos, empresarios, sindicalistas, líderes religiosos, funcionarios públicos, entre otros, los cuales han logrado desarrollar un carácter que les facilita hablar públicamente solo de los temas que benefician sus intereses y ambiciones personales. Ellos tienen la experiencia y habilidad necesarias para saber cuándo, dónde, cómo y de qué hablar. Hay que soltar la lengua y hablar para impedir que la sociedad dominicana se convierta en una selva, en la que solo sobrevivan los inescrupulosos.

Por lo general, los que se muerden la lengua no piensan ni hablan a favor del bienestar colectivo. Están hechos de un material humano de muy mala calidad. Son individualistas, no son dueños de su pensamiento y raras veces piensan con cabeza propia.

En este sentido, es obvio entender las razones por las que sus opiniones se venden a quienes mejor reguarden sus intereses y cuota de poder. La actitud de vida que asumen conscientemente los que se muerden la lengua para no poner en peligro sus intereses y ambiciones personales, son los que facilitan el establecimiento del conservadurismo en las sociedades, empresas e instituciones.

Los líderes políticos, empresariales, sociales y religiosos, así como los profesionales, intelectuales y los ciudadanos en general, tienen que soltar la lengua para hablar del necesario y urgente encauzamiento de la sociedad dominicana. Por ejemplo, no es inteligente postergar por más tiempo el análisis y la discusión en torno a la sostenibilidad actual de la institucionalidad y la democracia de la sociedad dominicana.

Hay que soltarse la lengua y hablar con responsabilidad y sin apasionamiento de la Ley de Partidos Políticos, de la actualización de la Ley Electoral, de la recomposición de la actual Junta Central Electoral, la Cámara de Cuentas, del Tribunal Superior Electoral y de la Suprema Corte de Justicia.