Por lo general, el desempeño e impacto del trabajo en la productividad y competitividad de las sociedades es vinculante con la visión estratégica, holística y creativa que posea el talento humano designado para planificar, gestionar y controlar los subsistemas que sustentan los sistemas de educación.
La forma de organizar y ejecutar el trabajo ha cambiado. Por esta y otras razones, se hace necesario establecer nuevos métodos de aprendizaje. Por ejemplo, el de Aprendizaje Basado en Proyecto (ABP), el cual se aplica en países latinoamericanos como Chile, Brasil, Perú, México, entre otros.
El siglo XXI demanda un nuevo modelo de aprendizaje, que promueva que los estudiantes sean constructores de conocimiento, y protagonistas de su proceso de aprendizaje.
Estos son elementos centrales del Aprendizaje Basado en Proyectos (ABP), metodología que los profesores utilizan para que sus estudiantes adquieran conocimientos académicos, así como desarrollen habilidades cognitivas y socioafectivas, trabajando en el desarrollo de un proyecto por un período de tiempo extendido, investigando y respondiendo a una pregunta compleja. (Fundación Enseña Chile, 2015).
El método de Aprendizaje Basado en Proyectos, pone a los estudiantes o participantes en el centro de sus propios procesos de aprendizaje.
Desde esta mirada, las competencias se desarrollan en aprendizajes activos, holísticos y contextualizados.
Enseñar con este método tiene beneficios. Por ejemplo, afinidad con situaciones laborales reales, relevancia práctica, enfoque orientado a los participantes, enfoque orientado a la acción, enfoque orientado al producto, enfoque orientado al proceso, aprendizaje holístico/integral, autoorganización, realización colectiva y carácter interdisciplinario.