Las empresas e instituciones que son gestionadas por líderes centrados en el servicio, en el amor y en el respeto a la dignidad humana, sin dudas tienen más posibilidad de crear un clima laboral sano, donde su talento humano se sienta en libertad de crear y expresar sus talentos, emociones y sentimientos. El clima laboral incide en la buena o mala imagen pública de las organizaciones.

El buen clima laboral es una ventaja comparativa y competitiva, que ayuda a las organizaciones a captar y retener al mejor talento humano del mercado. Además, permite crear percepciones, actitudes y opiniones positivas entre los diferentes públicos que mantienen algún tipo de vínculo con las organizaciones. El buen o mal estado del clima laboral, es algo que las personas perciben a simple vista, lo cual puede afectar o favorecer la imagen pública.

Como se sabe, el clima laboral es la percepción generalizada a nivel de sensación, aprobación o rechazo que manifiestan los trabajadores con respecto a las empresas e instituciones para las que laboran. Cuando los empleados sienten y perciben que en su organización existe un buen clima laboral, de manera automática éste se convierte en vocero positivo de las decisiones y actuaciones que se generan dentro y fuera de ella.

En definitiva, de lo que se trata es de crear y mantener un ambiente laboral sano, donde el talento humano interno tenga las posibilidades de crecer humana y profesionalmente, a la vez que participa y pone su creatividad y talentos al servicio de los propósitos estratégicos de su organización. Los estudios indican que los clientes y consumidores solo necesitan unos cuantos segundos para percibir si en las organizaciones que ellos visitan, existe un buen o mal clima laboral. Un clima laboral sano y productivo, es aquel que se construye a partir de componentes tangibles e intangibles.