J. Luis Rojas 
A grosso modo podría decirse que un cluster consiste en un grupo de empresas, instituciones y personas interrelacionadas que trabajan en un mismo sector y colaboran estratégicamente para obtener beneficios comunes. Es, además, una formidable plataforma organizativa para gestionar el conocimiento, la experiencia, la colaboración y la solidaridad, pretendiendo con ello crear ventajas comparativas y competitivas. En este sentido, Michael Porter ha definido los clusters como: “una agrupación de empresas e instituciones relacionadas entre sí, pertenecientes a un mismo sector o segmento de mercado, que se encuentran próximas geográficamente y que colaboran para ser más competitivos”.
Estas estructuras fomentan la cooperación y el vínculo entre sus integrantes, lo cual representa una forma de organización viable, que ofrece beneficios en términos de eficiencia, eficacia y flexibilidad.
En estos tiempos gestionar exitosamente un destino ciudad implica crear e innovar productos, implementar actividades creativas de marketing y alinear cada uno de los eslabones que intervienen en la larga y compleja cadena de valor del turismo. Inspirado en convertir el Gran Santo Domingo en el destino turístico del Caribe, surge en el año 2006 el Cluster Turístico de Santo Domingo. Pretendiendo con ello hacer del turismo un negocio bueno y rentable para todos los que participan en dicho sector.
Es un espacio de diálogo, de confraternidad, de ideas y de compromiso, donde todos los actores turísticos tienen un lugar para aportar sus ideas y trabajar en conjunto, de modo que el turismo se convierta en un negocio sustentable y útil para todos los involucrados. Contra vientos y mareas, los directivos y colaboradores del Cluster han podido implementar iniciativas para restaurar y proteger las estatuas y monumentos de la Ciudad Colonial, los cuales atraen a miles de turistas.
