De manera pragmática, un mercado es el contexto dinámico y complejo en donde ofertantes y demandantes con necesidades realizan intercambios de bienes y servicios. En fin, es un entorno cambiante en el que se llevan a cabo las ofertas, las demandas, las compras y las ventas.
En este marco, lo esencial es conocer las causas que inciden en los cambios que impactan positiva o negativamente el comportamiento de los elementos esenciales que constituyen un mercado: necesidades, oferta, demanda y capacidad de compra. No entender las señales y cambios de los mercados, es perder el enfoque estratégico. Está claro, las organizaciones que no piensan, deciden y actúan en función de lo que acontece en sus mercados, pierden liderazgo y notabilidad.
Conocer y gestionar científica y continuamente los cambios ordinarios y extraordinarios que acontecen en los mercados, son, sin lugar a dudas, los desafíos más trascendentales que día a día tiene que enfrentar el talento humano responsable de mantener la sostenibilidad, la productividad y la competitividad de las compañías, empresas e instituciones que lideran. Las organizaciones que desconocen, no analizan y no abordan estratégicamente las señales que dan los mercados en los que participan, simple y llanamente se quedan sin músculos para continuar de pie.
Las compañías, empresas e instituciones lideradas por CEO que conocen y entienden los factores relevantes que generan cambios en los componentes que forman los mercados, no son de los que suelen dormirse en sus laureles. Ellos han tenido que desarrollar competencias y habilidades que les permitan interpretar las expectativas y aspiraciones de los demandantes de bienes y servicios. Hoy, los componentes que determinan la estabilidad o inestabilidad de los mercados, son más diversos y vulnerables que ayer.