Desde el 2001, el Foro Iberoamericano Sobre Estrategias de Comunicación (FISEC) decidió incorporar a su agenda de discusión la iniciativa de Rafael Alberto Pérez concerniente a la Nueva Teoría Estratégica (NTE). En varios países y espacios académicos, dicha teoría ha modificado el pensamiento y las prácticas sobre el hacer estrategias de comunicación en el presente siglo.
La Nueva Teoría Estratégica (NTE) sugiere una mirada diferente de las estrategias el contexto de la comunicación. Los indicadores cuantitativos y cualitativos que se visualizan en el entorno competitivo actual, son claras señales de que el talento humano responsable de gestionar la comunicación dentro y fuera de las empresas e instituciones, comiencen a ver y abordar el rol de la comunicación desde otros registros. La comunicación del siglo XXI hay que conceptualizarla y aplicarla como un proceso que facilita la información, la participación, la sensibilización y la interacción entre la organización y sus grupos de interés. No es posible continuar gestionando la comunicación desde la perspectiva instrumentalista y desintegradora. Sobre este particular, Sandra Massoni ha planteado que: “La comunicación se sigue operando desde los mismos registros y con las mismas rutinas profesionales que en el siglo XX.” Además, Jorge Alberto Hidalgo ha dicho que “la comunicación no puede seguir siendo un apéndice de las organizaciones. Debe, por el contrario, ser el corazón neurálgico y estratégico en la toma de toda decisión”. Es fundamental que los líderes de organizaciones visualicen la comunicación que no sea incoherente con la filosofía, cultura y valores que ha definido la organización.