Intenciones de mejoras ha habido pero muy poco se ha hecho en el Mercado Nuevo de Villas Agrícolas. ¡Éste sigue enfermo! Continúa infectado de poca higiene en la comercialización de los productos agropecuarios que producen los campos de la República Dominicana.
En el mercado que suple más del 70% de los bienes que consume el Gran Santo Domingo la insalubridad sigue intacta. Lleva años conviviendo con la yuca, el repollo, el tamarindo y los vegetales. Allí persiste el desorden.
La fetidez por el cúmulo de productos dañados en algunas áreas, junto a los desechos sólidos que generan los barrios colindantes, da la bienvenida al principal lugar de abasto de guagüitas vendedoras y colmados de la provincia.
En el mercado aún se venden en pequeñas pilas vegetales y frutas sobre aguas estancadas, en medio de la basura, las plagas y el lodo.
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Al adentrarse a la nave principal es notoria la suciedad, el hacinamiento y el deterioro. Allí dentro no hay una distinción para la ventas e impera el mal manejo los comestibles.
La plaza que este año tendrá medio siglo (1973) ya no es nueva: el deterioro de la nave central hace evidentes sus arrugas. Llegó a la adultez ante la indolencia de 10 gobiernos y en medio de las promesas de los políticos y de los cabildos que lo han utilizado como un comodín electoral.
A pesar de que ha sufrido varias veces, como en el incendio de varios pabellones en el año 1997 y su nave central en el año 2015, eso no ha bastado para concretizar las promesas de su remodelación, de ser un mercado a la altura de los nuevos tiempos, donde prevalezca la calidad en sus ventas, pero sobre todo la higiene en sus productos.
El Mercado Nuevo de Villas Agrícolas además se desbordó. Creció irrumpiendo entre las calles y espacios a su alrededor. La plaza, que fue construida para 830 comerciantes, hoy alberga 1,260 puestos y alrededor de 4,000 vendedores ambulantes.
El comercio allí se extendió y hace poco ocupaba una gran porción de la avenida Reyes Católicos y hasta una pequeña franja de la Máximo Gómez.
Para la mayoría de los comerciantes el mercado no carece de productos, pero sí de un mejor entorno para lo que la población dominicana consume.
“Aquí llega de todo cada semana, pero es una realidad que las condiciones en que la mayoría de los comerciantes ofertan sus productos no es la adecuada. Hay bienes que no deberían estar así al intemperie porque se contaminan”, señala un vendedor de frutas y dirigente comercial del mercado.
Remodelación
La construcción del Merca Santo Domingo debió ser el despegue del cambio de la situación del entorno del Mercado Nuevo, pero el cumplimiento del acuerdo de parte de las autoridades para la remodelación sigue ausente.
La finalidad de construir el Merca Santo Domingo era para que este fuera una plaza para los mayoristas, mientras que el Mercado Nuevo iba a ser para la venta de los minoristas. Para esto primero se debía remodelar el mercado, pero como las autoridades nunca iniciaron esos trabajos, los mayoristas del Mercado Nuevo no se han movido del lugar.
Tampoco la nueva estructura, construida con una inversión de US$16.4 millones, ha ayudado al descongestionamiento, ya que esta se mantiene cerrada y solo su alrededor se utiliza desde hace poco para que vendan los comerciantes de víveres y algunas frutas, luego de que fueron sacados de la avenida Reyes Católicos.
Según explica el presidente de la Federación de Comerciantes del Mercado Nuevo de Villas Agrícolas, Miguel Minaya, la remodelación tiene más de 15 años planteada a varios gobiernos.
Minaya dijo que en varias ocasiones han hecho levantamientos acerca de la situación de la deteriorada plaza de bienes, pero que no ha servido para nada, ya que la necesaria remodelación solo ha sido una promesa de políticos.
A pesar de esto, Minaya confía en que en el gobierno del presidente Luis Abinader se va cumplir con la promesa del ya viejo Mercado Nuevo, debido a que ahora se ha conformado una mesa de trabajo, por orden del primer mandatario, aunque igual compromiso hizo el expresidente Danilo Medina.
En el 2014 el gobierno encabezado por Danilo Medina aseguró que estaba empeñado en desarrollar un proceso de remozamiento y adecuación de los centros de acopio de la capital y de todo el país, en la implementación de la Red Nacional Alimentaria (RENA), instituida mediante la Ley 108-13 para crear los Mercados Dominicanos de Abasto Agropecuario.
Los trabajos debían iniciarse a finales de ese año o a principios del año 2015 pero, una vez más, la demandante remodelación se quedó en palabras. El también llamado Mercado de la Duarte prosiguió su camino hacia el deterioro y la arrabalización.
“Estamos coordinando los trabajos para presentarle el plan al Presidente. El mercado se ha desbordado un kilómetro a la redonda, por lo que urge ser intervenido. Ya no aguanta más”, señala con esperanza Miguel Minaya.
Entiende que es necesario que el Mercado Nuevo se acondicione a los nuevos tiempos, con todos los estándares de calidad, donde no solo el comercio de productos sea la única fuente de generación de empleos en la zona.
Aunque la recogida de basura mejoró en la gestión de David Collado, los comerciantes aseguran que por el mercado los cabildos han hecho muy poco.
Igual queja tienen de la actual alcaldesa Carolina Mejía, de quien dicen han recibido mucho menos.
Aseguran que ahora las calles del mercado lucen menos congestionadas, por el ordenamiento que hizo Collado, pero que el mercado necesitaba mucho más que orden.
Señalan que el mercado carece de seguridad y de baños, pero que estas necesidades son indiferentes para Mejía.