El partido Agrupación Nacional ganó diez puntos entre las mujeres votantes entre las elecciones europeas de 2019 y 2024, pasando del 19% al 30% (y del 28% al 32% entre los hombres). Un sondeo de Ifop mostró que el 32% de las mujeres votaron a RN, ligeramente por delante de los hombres (31%). La normalización del partido, la imagen de mujer fuerte de Marine Le Pen y un voto “cada vez más preocupado por la seguridad ante el riesgo de agresiones físicas o sexuales» explican en parte esta adhesión.
Es el fin del “gender gap” (brecha de género) frente a la derecha radical. Durante mucho tiempo, el partido cofundado por Jean-Marie Le Pen era votado muy mayoritariamente por hombres, pero esto ha dejado de ser así tras las recientes elecciones europeas.
La alineación del comportamiento de voto masculino y femenino hacia el principal partido de extrema derecha, que se viene observando desde 2012, se acentuó en los comicios europeos. Agrupación Nacional ganó diez puntos entre las votantes femeninas entre las elecciones europeas de 2019 y 2024, pasando del 19% al 30% (y del 28% al 32% entre los hombres), según un sondeo de Ipsos. Una encuesta de Ifop mostró que el 32% de las mujeres votaron por AN, ligeramente por delante de los hombres (31%).
A modo de comparación, Jean-Marie Le Pen, entonces presidente del partido -y padre de su actual figura, Marine Le Pen- recibió el 26% del voto masculino en las elecciones presidenciales de 2002, frente al 11% del voto femenino.
Fin de la brecha de género
«Ya no podemos hablar de ‘brecha de género’ cuando se trata de AN”, confirma Mariette Sineau, socióloga y directora honoraria de investigación en el CNRS (Centro Nacional de Investigación Científica) y del Instituto de Estudios Políticos de París Sciences Po.
«Marine Le Pen hizo un uso estratégico de su género hablando directamente a las mujeres, diciendo ‘yo también soy mujer, estoy luchando, tengo hijos que criar, estoy divorciada'», añade. «Esta estrategia ha dado sus frutos, sobre todo entre las más precarias, que han sabido verla como un recurso en la lucha contra la carestía de la vida».
Janine Mossuz-Lavau, directora de investigación del CNRS en el Cevipof, está de acuerdo: «En efecto, existe un ‘efecto Marine’, pero también un ‘efecto Jordan Bardella’ entre las mujeres, ya que este joven de 28 años de extrema derecha, presidente de AN desde 2021 y cabeza de lista en las últimas elecciones europeas, aparece como el ‘yerno ideal'».
Un estudio a cargo de la encuestadora Ifop para la revista Le Point y la Fundación Jean-Jaurès publicado este viernes estima el crecimiento del voto femenino hacia Agrupación Nacional en un +13% desde 2019.
“La mayor parte del crecimiento de RN a nivel nacional se debe a un salto espectacular del electorado femenino. Este electorado está cada vez más preocupado por la seguridad, dado el riesgo de agresión física o sexual», señala Jérôme Fourquet, politólogo de Ifop.
Preocupación de organizaciones feministas de izquierda
Organizaciones feministas de izquierda ven con alarma este fenómeno.
“¡Las mujeres votan (casi) tanto como los hombres a AN, a pesar de que las mujeres serán el blanco» de sus políticas, se exclamó, entre otras, Céline Piques, de la organización Osez le féminisme !
Marine Le Pen utiliza «el pretexto de defender a las mujeres para señalar la principal amenaza» para ellas, «el Islam», analiza el jueves la filósofa y especialista en pensamiento feminista Camille Froidevaux-Metterie en un artículo publicado en Le Monde.
En este contexto, más de un centenar de asociaciones feministas convocaron una jornada de acción en toda Francia el domingo 23 de junio contra la extrema derecha, denunciando su «inmensa obsesión» por «socavar los derechos y libertades» de las mujeres en particular.