DACCA, (AFP). La continuidad en el poder de la primera ministra de Bangladesh, Sheikh Hasina Wajed, está asegurada después de la decisión de la oposición de boicotear las elecciones legislativas del domingo, que podrían agravar la violencia que provocó cientos de muertos en los últimos meses. La oposición reclama la dimisión del gobierno y su sustitución por un gobierno provisional neutral antes de la organización de las elecciones, como ocurrió en anteriores ocasiones.
Sin embargo, la jefa de gobierno reiteró su intención de llevar a cabo el proceso electoral y acusó a la líder de la oposición, Khaleda Zia, de haber tomado «como rehén al país», al organizar huelgas y bloqueos antes de los comicios.
El partido gubernamental, Awami League, y sus aliados se presentan sin competencia en 153 de las 300 circunscripciones del país. Sin la participación del Partido Nacionalista de Bangladesh (PNB), principal formación de la oposición, y de sus aliados, la legitimidad de esta posible victoria gubernamental quedaría debilitada.
Según un sondeo divulgado el viernes, el 77% de los electores bangladesíes se oponen a la celebración de los comicios en estas condiciones y únicamente el 41% mostraron su intención de ir a votar. El mismo sondeo publicado por el Dhaka Tribune indicó que el PNB obtendría, en el caso de presentarse, el 37% de los sufragios, por delante de Awami. La rivalidad entre Hasina y Zia, en detención domiciliaria desde finales de diciembre, impidió negociar cualquier acuerdo.