Hay un conocido refrán que dice Dios escribe derecho en renglones torcidos.
Esa expresión puede aplicársele a José Ramón Heredia, quien vivió una amarga realidad con su padre enfermo y gracias a ella hoy suple la necesidad de muchas personas en condiciones especiales que necesitan desplazarse en vehículos.
Y es que aunque existe la Ley General sobre Discapacidad, 42-00, que en su artículo 51 prevé que las personas con esa condición dispongan de transporte adaptado a todas las rutas existentes o por crearse en el país, operadas de manera pública o privada, la realidad es que ese postulado no se cumple.
Incluso, de manera tímida, es que se observa la colocación de rampas en lugares públicos, el acceso a servicios sanitarios y otras facilidades a minusválidos, envejecientes, embarazadas y otras personas con condiciones especiales.
José Ramón nos cuenta que su progenitor fue víctima de un derrame cerebral y tenía un problema de circulación crónica en sus piernas y una de ellas hubo de ser amputada. Además, tenía un sobrepeso.
Llevarlo al médico era una odisea muy dolorosa, porque en el país no hay vehículos adecuados para trasladar personas con discapacidad, puesto que las ambulancias solo ofrecen el servicio en camillas, no en sillas de ruedas donde tienen más movilidad.
Tuvo que morir mi padre, a los cinco meses, para que me surgiera la idea de adaptar un minibús marca Kia que tenía en el transporte público para brindar ese tipo de servicio a quienes lo necesitaran y no vivieran la experiencia por la yo pasé -dice a Vivir.
Entonces fue donde un amigo herrero y le pidió que le prepara la rampa de acceso que se quitaba y se ponía, y yo le puse los amarres de seguridad para silla de ruedas continúa diciendo.
Luego, adquirió una Van Chrysler, que llevó donde Luis Chasis y le pidió que le hiciera las transformaciones y fue así como a ese vehículos le fue reducido el piso en 11 pulgadas, se le hizo un nuevo tanque de combustible, se le subió el amortiguador, le fue cortado el muffler y sacado por los lados y también se le adaptó la rampa.
Otro amigo le cedió los cinturones de seguridad que se amarran a la silla de ruedas y a la camilla.
Ese servicio José lo califica como una bendición, pues él se involucra en la situación de las personas que lo utilizan quienes quedan muy agradecidas.
Nuestro objetivo es aliviar el sufrimiento de las personas que están en condiciones especiales señala y confiesa que entre sus planes está hacer un curso de primeros auxilios, proveer el vehículo de un tanque de oxígeno y de otras facilidades para enfrentar exitosamente cualquier emergencia.
Entre las personas que ha transportado parapléjicos, a una señora de 105 años que iba para una boda; también lo han llamado para servicios turísticos y en la pasada Navidad llevó a algunos ancianos y enfermos a donde familiares y luego pasó a recogerlos.
Está satisfecho porque se considera un pionero, pero su deseo es tener un minibús más grande, al que pueda hacerle más adaptaciones y abaratar el servicio, porque el que tiene funciona con gasolina y es muy costoso. Por eso, aunque tiene residencia en Estados Unidos, prefiere permanecer en el país.
Su deseo es que este servicio se conozca más y que pueda ser encajado en algún proyecto en beneficio de los discapacitados, como el Centro de Terapia que construye el Despacho de la Primera Dama en Herrera, con el auspicio del Gobierno de Taiwán.
Para contactar a José Ramón lo pueden llamar a su celular 809 653 5550, o a través del correo joseheredia01@hotmail.com, o acceder a http//taxiparadiscapacitados.blogspot.com.