En una reciente entrevista, el embajador de República Dominicana en Portugal, Miguel Ángel Prestol, compartió su visión y objetivos para consolidar y expandir las relaciones entre ambos países.

Su misión diplomática se enfoca en revitalizar los nexos bilaterales que datan de más de 140 años, con el objetivo de fortalecer los lazos en los ámbitos político, económico y cultural.

Desde su nombramiento, Prestol ha dirigido esfuerzos para mejorar la relación entre la República Dominicana y Portugal, destacando la importancia de la cooperación en áreas como la tecnología, la ciencia y el turismo.

El embajador señaló que, a pesar de los retos históricos, tanto en el ámbito dominicano bajo la dictadura de Rafael Leónidas Trujillo como en Portugal con el régimen de Antonio de Oliveira Salazar, las relaciones bilaterales han avanzado notablemente en tiempos recientes.

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Una de las principales iniciativas de Prestol ha sido la promoción de contactos directos con empresarios portugueses y la participación en eventos clave como ferias internacionales en Portugal. Estos esfuerzos se han traducido en una mayor visibilidad para la República Dominicana, destacando en ferias como la muestra iberoamericana de Cascais y el Bazar Diplomático.

Además, la embajada ha trabajado estrechamente con la Cámara de Comercio Portugal-Atlántico Sur, facilitando la visita de empresarios portugueses a la República Dominicana.

La cooperación económica entre los dos países ha recibido un impulso con el acuerdo marco firmado el 23 de marzo de 2023, durante la visita oficial del presidente portugués Marcelo Rebelo de Sousa al país. Este acuerdo abarca proyectos conjuntos en áreas como el desarrollo tecnológico y el desarrollo económico y social, lo que representa una oportunidad clave para ambos países.

La República Dominicana, con su estabilidad económica y una economía en crecimiento constante, ofrece múltiples atractivos para los inversionistas portugueses. El embajador destacó que, aunque el turismo y la energía siguen siendo los sectores principales para la inversión extranjera directa, otras áreas como la innovación tecnológica, las telecomunicaciones y la agroindustria también presentan oportunidades prometedoras. La economía dominicana ha mostrado un sólido desempeño a pesar de la crisis sanitaria global y la guerra en Ucrania, con un crecimiento proyectado del 5% para finales de 2024.

En cuanto a la promoción cultural, la embajada ha trabajado arduamente para dar a conocer la rica herencia cultural dominicana en Portugal. La bachata, por ejemplo, ha ganado popularidad en Lisboa, y la embajada ha facilitado la inclusión de obras de autores dominicanos en la biblioteca del Instituto Cervantes en Lisboa. Eventos relevantes, como la celebración del 180 aniversario de la independencia dominicana en el Palacio Nacional de Ajuda, han servido para resaltar la cultura y la música dominicana en un contexto internacional.

Mirando hacia el futuro, el embajador Prestol ha planteado varios proyectos para continuar fortaleciendo las relaciones bilaterales, incluyendo la posibilidad de una Semana Dominicana en Portugal, que reuniría a empresarios y presentaría la gastronomía y la música dominicana. Además, se están explorando colaboraciones en áreas como el programa Simplex de modernización administrativa de Portugal y la inclusión de la República Dominicana como Estado observador asociado en la Comunidad de Países de Lengua Portuguesa (CPLP).

Prestol también ha abordado la importancia de la apertura de una embajada portuguesa en Santo Domingo, bajo el argumento de que esto facilitaría el comercio y la inversión entre los dos países. Aunque actualmente Portugal tiene un cónsul honorario en el país, la apertura de una embajada completa podría ofrecer una plataforma más robusta para fortalecer las relaciones bilaterales.

Para los potenciales viajeros e inversionistas portugueses, el embajador no dudó en destacar las maravillas del territorio dominicano, desde las paradisíacas playas hasta la rica historia en la Zona Colonial de Santo Domingo. La creciente popularidad del país como destino turístico y las numerosas oportunidades de inversión hacen de la República Dominicana una opción atractiva para quienes buscan explorar nuevas oportunidades en el Caribe.