Alrededor de 200 empleados del Banco Popular sembraron más de 2,600 matas de caoba, cedro y mara, en unas 76 tareas de la comunidad de Paralimón, perteneciente al municipio de San José de las Matas, provincia Santiago, dentro del área de influencia del Plan Sierra.
Los árboles sembrados en esta jornada por los colaboradores del Banco Popular podrán capturar anualmente 0.83 toneladas de CO2, protegerán 312,000 kilogramos de suelo y tendrán la capacidad de almacenar hasta 7.8 millones de litros de agua.
Además, esta siembra sirve para contrarrestar el volumen de emisiones de dióxido de carbono que la organización produce con su actividad, mitigando de esta forma el impacto de su huella ambiental.
Esta es la cuarta jornada de reforestación que los empleados de la organización financiera han efectuado este año, dando así continuidad a la iniciativa de sostenibilidad medioambiental que significa el Plan Sierra, cuyo objetivo es recuperar la cobertura forestal y mejorar la conservación de las cuencas hidrográficas, garantizando que la Sierra sea el principal pulmón verde del país y permita el desarrollo sostenible de la producción agropecuaria en esa zona.
El Plan Sierra ha ayudado enormemente a la recuperación y preservación de la biodiversidad, con 27 especies de árboles sembrados.
En el transcurso de 2017 los empleados del Banco Popular y del resto de filiales del Grupo Popular han sembrado un total de 15,072 plantas de diversas especies.
“Por más de 20 años, la gente de nuestra institución ha sido protagonista de este renacer, impulsado por el Plan Sierra. Las jornadas de siembra llevadas a cabo por los empleados del Popular han permitido la creación de más de 20 nuevos bosques en las montañas que rodean San José de las Matas”, manifestó el señor Jorge A. Jana, vicepresidente de Área de Negocios de Zona Norte, durante sus palabras de motivación.
Los técnicos del Plan Sierra, considerado el principal programa de manejo sostenible de recursos forestales en la Cordillera Central, se encargan de dar el adecuado seguimiento a las zonas reforestadas, hasta convertirlas en esos nuevos bosques. A la hora de sembrar, el hoyo donde se introducen las matas se cubre de un polímero que protege la humedad del terreno y garantiza un índice de supervivencia superior al 80%.