Debe entenderse que me estoy refiriendo a dos usos del verbo deber:
a) con un verbo en infinitivo y
b) el mismo verbo con la preposición /de/ + un infinitivo. Ejemplos:
a) Debe estudiar; b) debe /de/ estudiar.
Debe es un verbo conjugado, en ambos ejemplos, en indicativo, tiempo presente, tercera persona del singular: él o ella.
Puede utilizase en forma de imperativo: él debe estudiar ya’’; o ‘ella debe /de/ estudiar…
Es voz latina: “debere”, derivada de “habere’’; se trata de un verbo modal, lo que quiere decir que “se emplea como auxiliar en formas compuestas que tienen valor de subjuntivo. Estos verbos pueden usarse con el mismo valor el pretérito imperfecto del subjuntivo y el potencial.
Así se lee en María Moliner, Diccionario de uso de español, volumen I, Letras A- G, y ejemplifica: ‘deberías (debieras) ir.
En su obra Gramática castellana, escrita para dos cursos, Amado Alonso, español, y Pedro Henríquez Ureña, dominicano, dedican un apartado para el empleo de entrambas formas, del verbo deber. Con y sin preposición + infinitivo, caracterizan con sus respectivos significados y en diferentes momentos de aplicación. Para estos autores, al colocar la preposición de entre la forma del auxiliar y el verbo principal de la frase: actuar: ‘’debe /de/ actuar‘’, el mensaje envuelve la idea de una posibilidad, opinión o recomendación.
Pero en el caso de ausencia de preposición: debe actuar, revela el sentido de obligatoriedad, es decir cumplir con el comportamiento que se quiere, el mandato, la orden o servicio que nos corresponde realizar.
Alguna vez escuché que el uso ‘debe de caminar’= debe + preposición + infinitivo es forma desusada. Me parece que la construcción aún es válida. Puede haberse debilitado o haber desaparecido en algún punto dialectal. Quizás equivalencia del empleo.
Precisamente, María Moliner expone en su Diccionario lo siguiente:
“Con la preposición “de” y un verbo en infinitivo, haber’ indicios o tener indicios el que habla de que ocurre lo que este verbo expresa’’: El tren debe de llegar alrededor de las diez. No debe de haber nadie en casa, porque no hay ninguna luz encendida’’.
Luego, los sintagmas estudiados por María Moliner, por un lado, y Amado Alonso, y Pedro Henríquez Ureña, por el otro, son fehacientes de los empleos del auxiliar debe con infinitivo y /debe/ con la preposición de + infinitivo, con sus respectivas aplicaciones para diferenciar los usos: el primero, sin preposición, con sentido de obligación y de carácter moral; mientras que el segundo, con la repetida preposición, equivale a posibilidad, suposición, sin imperativo alguno,
Entonces, decir que no importa el alto gasto del retiro de los sargazos de las playas, porque es “un problema que se debe /de/ resolver”, el monosílabo preposicional comentado -tantas veces- debilita de urgente responsabilidad y beneficios para hoteles y turismo afectados Esto de las algas en las playas puede leerse en la página 1E del diario HOY, martes 6 de octubre en curso, bajo el encabezamiento “los hoteles enfrentan problemas de algas de sargazos sin importar el costo”.
Con todo, el Diccionario panhispánico de dudas, de la Real Academia Española y de la Asociación de Academia Española, opinan que el empleo, /debe/ + la preposición /de/ + infinitivo “denota probabilidad o suposición”. Ejemplo: deben de haber llegado porque la casa está iluminada”. No obstante, con este sentido, la lengua culta admite también el uso sin preposición: “Marianita, su hija, debe tener unos veinte años” (Mario Vargas Llosa).