Un empresario estadounidense con extensa historia de relaciones con República Dominicana, cuestionó la actitud de su país frente a la crisis de Haití y su impacto en la vida dominicana, y envió una carta al senador Robert Menéndez, presidente del Comité de Relaciones Exteriores para pedir que convoque una audiencia para “revisar la política” hacia Haití.
Mark W. Hall, principal ejecutivo de Hunneman Capital, de Boston, copia a los senadores James E. Rischy Marco Rubio, en la que opina que los planteamientos del presidente Luis Abinader, en reuniones con funcionarios estadounidense de alto rango y su pedido de una acción urgente en Haití, parece que “están cayendo en oídos sordos”.
Apoya esta afirmación porque “la visita del principal diplomático estadounidense para la política de Haití, subsecretario de Estado Brian Nichols, a principios de marzo, pareciera concluir con las manos vacías, muestra la fragilidad de la situación, y cada día que pasa esta crisis, los riesgos de conflictos regionales, y el desbordamiento y el contagio son una posibilidad real”.
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Hall recuerda que el año pasado, EE. UU. intentó una iniciativa y sentar las bases para una solución a la crisis en curso en Haití al designar al país como una “prioridad” en virtud de la Ley de Fragilidad Global.
Pero, “lamentablemente, el plan de EEUU se centra más en soluciones y estrategias a largo plazo y hace muy poco para abordar las necesidades urgentes y de corto plazo del país”. “Tampoco aborda ni brinda soluciones ni ayuda al aumento continuo de actividades delictivas e ilícitas que se están extendiendo a lo largo de la frontera de la República Dominicana y, en última instancia, a las costas de los Estados Unidos”.
Hall advierte que la comunidad internacional “nota claramente la vacilación de Estados Unidos para hacer más”, postura ambivalente no solo muestra “una falta de urgencia para la comunidad internacional, sino que podría, en última instancia, poner a prueba nuestra relación con República Dominicana y otras naciones de esta región”.
Señala que Abinader, marcó el comienzo de un nuevo capítulo en las relaciones entre Estados Unidos y República Dominicana, basado en una mayor cooperación económica y diplomática, y ha estado vigilante en la lucha contra la corrupción, la impunidad y ha insistido en que todos dentro de su administración se apeguen al estado de derecho.
Hall pide que se convoque a esa audiencia a Roberto Álvarez, ministro de Relaciones Exteriores.