Para la primera década del siglo XXI en España recién empezaba a hacerse notorio un sentimiento de descrédito y rechazo hacia la política y las instituciones públicas por parte de la ciudanía; reflejados en una profunda crisis económica y social que atravesaba el país, pero también de liderazgo que se expandió de manera galopante.
Para ese entonces el expresidente, Felipe González, publicó su libro:´´En Busca de respuestas: Liderazgo en tiempo de crisis (2013)´´,escrito que en más de una ocasión señala que el liderazgo se caracteriza por una búsqueda incesante de respuestas, porque las preguntas se mantienen siempre: ¿Cómo mejorar el mundo? ¿Cómo hacerlo más justo, más próspero y más libre? Entre sus tantas premisas destaca una, que en lo particular es fundamental para iniciar el presenteartículo:
«Hoy, el político, lejos de ejercer su liderazgo, parece ofrecer sólo lo que le pide el público cada día. No defiende, ni mucho menos aplica, un proyecto de país. Y eso es justamente lo contrario del liderazgo. […] Y también implica, si no se corrige, la muerte anunciada de la política, porque cada vez la hará más despreciable a los ojos de los ciudadanos».
Mucho se ha hablado de las implicaciones de liderazgo y sus consecuencias directas en el desarrollo de los pueblos, en el plano local, el gran estandarte de las luchas y las libertades democráticas,José Francisco Peña Gómez, desde su holística políticapuntualiza que el líder no es sólo el que administra un grupo humano, sino el que sabe conducirlo y enderezar sus torcidas celdas. Hoy por hoy, la democracia y el debate de las ideas en el seno del liderazgo político, social y empresarial juegan un papel fundamental para dar respuesta a la búsqueda continua que transita en la sociedad dominicana, en el ejercicio de aumentar sus posibilidades de tener un futuro con mayores oportunidades.
Por tanto, sobre la voluntad del liderazgo nacional reposa el futuro del país, cuya responsabilidad toma valor en la mesa del diálogo, donde conjuntamente deberá definir los aspectos neurálgicos que reduzcan la incertidumbre y aumenten las posibilidades de crecimiento y acceso a un verdadero Estado Social y Democrático de Derecho para los dominicanos y dominicanas, que permita alcanzar la consolidación de una agenda nacional de reformas estructurales, en aras de fortalecer y eficientizar la gestión pública.
Movido por el propósito de construir un Estado sobre la base del consenso nacional, a un año de su llegada al poder, el presidente, Luis Abinader, convocó a los principales actores de la vida nacional a debatir los cambios y transformaciones que demanda el país, en el seno del Consejo Económico y Social (CES), desde donde se crea el denominado ´´Diálogo Nacional por el Fortalecimiento Institucional y Gestión Eficiente del Estado´´.
Como un escenario de tribuna necesaria y diferente, que cambia la forma de hacer política, surge esta iniciativa, con el objetivo de ser un espacio en el que se pueda dialogar y concertar las posturas de todas las partes, en procura de organizar, para posteriormente debatir 12 ejes temáticos estratégicos: transparencia e institucionalidad; sector eléctrico; sector agua, reforma de la Policía Nacional; modernización del Estado; calidad educativa; salud y seguridad social; transporte; transformación digital; fiscal integral; hidrocarburos; y laboral.
16 propuestas de reformas serán debatidas en el Dialogo Nacional;12 de estas serán discutidas bajo el marco de mesas temáticas y tres se ventilarán en el CES; cada mesa tiene una capacidad para 37 personas,entre las que figuran: representantes del gobierno, partidos políticos que cuenten con representación ante el Congreso Nacional (Gobierno, Aliados y Oposición), además de personalidades del sector empresarial, laboral y social, así como también invitados especiales y, en adición el presidente del CES y su Directora Ejecutiva, quien esta última se encuentra en calidad de voz y sin voto.
Dentro de las tres propuestas debatidas en el seno del CES se encuentran la calidad educativa, el sector eléctrico y la reforma laboral. Sin embargo, las mesas temáticas tendrán lugar en los Ministerios o entidades vinculadas con el tema de reforma correspondiente, tales como: Agua, Electoral, Hidrocarburos, Medioambiente y Cambio Climático, Modernización del Estado, Política Exterior y Migración, Salud, Seguridad Ciudadana y Reforma Policial, Seguridad Social, Transformación Digital, Transparencia e Institucionalidad y Transporte.
Respecto al tema fiscal, inicialmente el presidente Abinader informó que él personalmente lo asumirá, con el objetivo de arribar a un consenso con cada uno de los sectores. Muestra de ello, fue el pasado 27 de octubre, un ejercicio que dio como resultado en favor de la ciudadanía el anuncio de que no se sometería a la nación a otra reforma tributaria bajo la premisa de que ¨no es el momento de pedirle más esfuerzo a los dominicanos y dominicanas¨.
El gobierno ha dejado clara su voluntad de adecentar la política y sus instituciones, en procura de lograr un país de mayores oportunidades y fortaleza institucional. Sin embargo, no podrá construir y liderar las reformas sólo; su gran primer paso fue proponer ese espacio de articulación, para abordar los planes y proyectos que necesita la República Dominicana para seguir avanzando en la resolución de los problemas estructurales que viene arrastrando desde hace décadas, sumado al detonante sanitario de la pandemia del COVID-19. Es decir, se necesita de todo el liderazgo nacional, cuya actuación deberá estar guiada en un proyecto país, en el que se propongan ideas, exista el derecho al debate y compromiso de asumir en público lo que en privado se dialoga.
En ese contexto el liderazgo político, y en especial la oposición,tienen una gran responsabilidad. Está demás decir, pero siempre necesario recordarles, que la política existe paradójicamente para ser el antídoto por excelencia para ayudar a la disminución del sufrimiento de los ciudadanos y ciudadanas. La política debe seguir cambiando y los dirigentes que no entiendan cuál es su propósito deben cambiarse; se debe seguir mejorando la calidad y contenido de la política, y esto sólo se alcanza con propuestas, ideas, involucramiento y participación.
Si no se hace todo con plena conciencia, corazón y humildad lo anteriormente planteado, no ganará nadie y todos perderemos como sociedad. Es por ello, que en ese gran Dialogo Nacional deben hacer presencia los presidentes de los partidos políticos de oposición mayoritaria (FP y PLD); su delegación de representación no quita legitimidad a sus aportaciones como organización política, sin embargo, minimiza la importancia y/o la relevancia que le externan de manera individual a la agenda nacional. El presidente de la República dio el gran paso, al convocar, liderar y asistir al segundo encuentro, con el anhelo de las Reformas Estructurales.
Puntualmente nuestro llamado más que generar una especie de oposición sin propósito, es una provocación al reto; una invitación a olvidarse de las próximas elecciones y enfocarse en las presentes y próximas generaciones, afrontando así los desafíos del hoy para sentar las bases de un futuro más promisorio.
Como nación, necesitamos de un liderazgo que empuje una gran reforma que permita la restauración institucional y material que demandanlos nuevos tiempos. El diálogo no puede ralentizarse ni mucho menos estancarse.
Las críticas deben salir de los medios de comunicación y los actores deben ir a plasmar sus posturas y coadyuvar a su movilización en la mesa del debate; se debe seguir ampliado la apertura de las mesas temáticas.
Respecto a esto, el presidente del Consejo Económico y Social (CES), Rafael Toribio, manifestó que el proceso no está estancado, sino que se encuentran en el montaje de toda la logística que demanda el mismo; al tiempo en que precisó que será para este mes de enero del 2022, cuando se dé inicio a seis de las 12 mesas temáticas. Es importante resaltar que la mesa correspondiente al sector Agua, llevó a cabo sus primeros encuentros durante el pasado mes de noviembre.
Seguiremos atentos de este proceso, de su metodología y el contenido temático base para cada reforma. Entendemos que la ciudadanía debe empoderarse del debate y no sólo quedarse en la calidad de observadores; sus opiniones deben ser plasmadas y presentadas. El CES está trabajando en una plataforma digital denominada´´CitizenLab´´, donde los ciudadanos y ciudadanaspodrán sumarse a las consultas públicas y realizar las recomendaciones de lugar frente a los temas a debatir.
¡La ciudadanía también debe aportar con ideas! No es necesario esperar manifestaciones como las escenificadas en la Plaza de la Bandera o el Movimiento Social a Favor del 4% por la Educación para sumarnos; también como entes podemos contribuir aportando ideas y no esperar que los problemas se agudicen para accionar. El que se antepone y prevé, frena el estallido de cualquier crisis.
Por muchos años hemos sido expectantes, hoy la gente debe subir al escenario y de ser en el hipotético caso una obra teatral, subir a las tablas y dejar de ser espectadores, ser ciudadanos que generan opinión activa, constructiva, participativa y también crítica.
Levantemos el telón, tengamos un nuevo elenco, actores y actrices que salgan del gallinero, intérpretes que abandonen la comodidad de sus asientos, que bajen de la periferia y salgan de los anfiteatros; comencemos a escribir un nuevo guion, en el que nuestra opinión cuente y seamos los protagonistas de la construcción de un nuevo futuro.
En fin, como ciudadano joven e inquieto, apoyo esta gran iniciativa y hasta que no concluya seguiremos en busca de las respuestas necesarias que respondan a las preguntas incesantes de cómo lograremos juntos alcanzar las reformas estructurales del futuro para y por la República Dominicana.
¡Hasta pronto!