Pekín. La ciudad china de Lüliang, situada en la provincia septentrional de Shanxi, ha implementado un plan de incentivos para fomentar el matrimonio y el aumento de la natalidad entre sus residentes.
A partir del 1 de enero de 2025, las parejas que registren su primer matrimonio, si la mujer tiene 35 años o menos, recibirán una ayuda de 1.500 yuanes (211 dólares, 194 euros), informó este viernes el diario oficialista Global Times.
Además, el nacimiento de un primer hijo será recompensado con 2.000 yuanes (281 dólares, 258 euros), un segundo con 5.000 yuanes (702 dólares, 645 euros) y un tercero con 8.000 yuanes (1.124 dólares, 1.033 euros).
La política, respaldada por diversas agencias gubernamentales, también incluye un enfoque integral para apoyar el matrimonio y la maternidad, apenas unos días después del anuncio por parte del Gobierno central de un paquete de medidas con el mismo objetivo.
La Oficina de Asuntos Civiles de Lüliang subrayó que, como parte de la iniciativa, se creará una base de datos para personas solteras con servicios de asesoramiento matrimonial personalizados, tanto en línea como presencial.
Para mejorar la atención materno-infantil, se fortalecerán los servicios sanitarios en áreas rurales mediante capacitación médica y mejoras en infraestructura pediátrica, junto con la simplificación del registro de recién nacidos, que incluirá la emisión de certificados, registros de hogar y la inscripción en el seguro de salud.
La nueva política también amplía las bajas de maternidad y paternidad, ofreciendo a las madres 98 días más 60 adicionales como incentivo provincial, y 15 días para los padres.
Las familias con dos o más hijos recibirán subsidios para cubrir hasta el 50 % de las contribuciones al seguro médico de los miembros.
Este lunes, el Consejo de Estado de China (Ejecutivo) publicó una serie de medidas para “fomentar la natalidad” y “construir una sociedad favorable a la crianza” en respuesta a la crisis demográfica que enfrenta el país.
El plan incluye incentivos para reducir los costos de la crianza y mejorar el sistema de licencias de maternidad y paternidad, además de expandir los servicios de apoyo a la infancia.
También se promueven políticas en educación, vivienda y empleo para facilitar la vida de las familias con más de un hijo.
A principios de 2023, otras localidades ya implementaron subsidios para incentivar los nacimientos, como Shenzhen, que ofrece ayudas económicas progresivas para cada hijo y beneficios anuales en los primeros años de vida.
La situación demográfica en China preocupa tanto a las autoridades que en los últimos meses varias internautas han reportado llamadas de funcionarios indagando sobre sus planes de maternidad, generando controversia por percibirse como una presión estatal para aumentar la natalidad.
China cerró 2023 con 1.409,7 millones de habitantes, un 0,14 % menos que en 2022, año en que la población ya cayó en 850.000 personas, marcando el primer descenso desde 1961, cuando la fallida política del Gran Salto Adelante provocó grandes hambrunas.
El gigante asiático permite desde 2021 a sus ciudadanos tener un tercer hijo, aunque la decisión no ha sido acogida con gran entusiasmo por la población, debido tanto a la carga económica que supone la crianza como a la prioridad que se da a la carrera laboral.
Durante el XX Congreso del Partido Comunista Chino, celebrado en 2022, el partido gobernante enfatizó que el país necesita un sistema que «aumente las tasas de natalidad y reduzca los costos del embarazo, el parto, la escolarización y la crianza».