Carla Alves y Ana Alicia de Jesús no se conocen, pero tienen muchas cosas en común. Son mujeres, madres y trabajadoras a tiempo completo. Una y la otra son, además, defensoras a capa y espada del rol de la mujer en la familia y la sociedad. Ambas entienden el espacio justo que están llamadas a ocupar en un mundo en el que a las mujeres aún le quedan muchas batallas por librar.
“Este no es un tema menor”
“Las empresas obtienen mayores rendimientos cuando emplean mujeres en puestos directivos, y el 60 % se beneficia, además, en términos de creatividad y reputación”, dice la Organización Internacional del Trabajo (OIT) en un sondeo que abarcó 13 mil negocios en 70 países en 2021.
A juicio de Carla Alves, vicepresidenta de recursos humanos de Oracle para América Latina, “este no es un tema menor”, no sólo por lo relacionado con la equidad de género sino porque genera impacto en los negocios, tener a mujeres en posiciones directivas contribuye con más ganancias. Algo importante para las organizaciones y para el desarrollo social de los países.
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Carla estudió Business Administration, ha pasado 23 años de su vida ocupando posiciones directivas en Oracle, es casada y tiene dos hijas, una de 10 y una de 13 “que son mi vida”. “Creo que ser madre me ayudó mucho en mi carrera, la maternidad te desarrolla muchas herramientas como, por ejemplo, ser práctica, pensar y tomar decisiones de manera más rápida, gerenciamiento del tiempo, negociación, empatía, escucha activa, entre muchas otros. Yo tuve una red de apoyo muy buena y claro, necesité aprender a priorizar, lo que no fue tan fácil en el inicio, pero aprendí. Hay momentos en que la familia y tus hijos son prioridad y hay que asumir eso sin culpa”, asegura.
Esta mujer, a la que le encanta viajar y conocer lugares nuevos y culturas distintas, entiende la responsabilidad que, como mujer, tiene dentro del mundo corporativo. “La presencia de mujeres trae una nueva visión de negocios y estrategia. La diversidad agrega mucho más a la vida diaria cuando se analiza la mayoría de las soluciones. Y, en este punto, las mujeres son fundamentales para mostrar cómo la innovación va más allá”.
Carla Alves exhorta a las mujeres a perder el miedo: “Es el momento ideal para tomar acción y ser protagonistas de la transformación. En compañías como Oracle se diseñan continuamente iniciativas que abren las puertas para que, sin importar la edad, las mujeres, en particular, puedan conocer el mundo de la tecnología y contribuyan con la innovación en los negocios”.
“Nadie como nosotras puede hacerlo”
Después de muchas pruebas y andar, Ana Alicia de Jesús ha logrado subir no pocos escalones por cuenta propia. Junto a sus dos niñas decidió que su experiencia en la maternidad no podía quedar en un rincón, oculta junto a la montaña de juguetes sin usar. Por eso aprendió a meditar, a mirar un poco más allá en su día a día, a entender realmente el mundo de ser mamá y se lanzó al ruedo con “Alicia, Grandes Emociones”, un libro para niños (y también para padres).
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“Lo escribí en 2020, inspirada en Alicia, mi hija mayor, lo leímos juntas a la hora de dormir y le encantó. Unas semanas más tarde, con más miedo que entusiasmo, lo compartí con algunas personas cercanas, a quienes también les gustó y me metieron en la cabeza la idea loca de hacer algo más con él”, cuenta.
“Alicia, Grandes Emociones” convirtió a esta mujer en autora de libros infantiles y más que eso, construyó un camino fascinante a través del cual las intensas aventuras de Alicia inician a cualquier niño y niña en el proceso de aprender a relacionarse con sus emociones.
“Me costaba más empatizar con ciertas emociones de mi hija que con otras. Reflexionando supe que eso venía desde el juicio, desde la gestión de mis propias emociones y de cuáles percibía como válidas y cuáles no validaba tanto. Ese ejercicio y muchos otros que he seguido haciendo me han ayudado a entender que no tienen que gustarme todas las emociones de mis hijas para reconocerlas como válidas. Pero sobre todo que no tengo que identificarme totalmente con ese sentimiento para poder acompañarlas y darles la contención que necesitan. Escribir el cuento me reveló cómo quiero estar para mis hijas en esos momentos en que el enojo, la tristeza, la frustración o hasta el entusiasmo se les desbordan”.
Ana Alicia está segura de que “nadie como nosotras” puede generar cambios. Celebra el hecho de ser mujer y todo lo que eso ha traído a su vida y a la de los demás. “Las mujeres estamos llamadas a ser más fieles a nosotras mismas, nuestra misión personal, nuestros valores y nuestro propósito. Crecer y ser mejores cada día, pero midiéndonos con nuestra propia regla, ninguna otra. Lo más difícil que tenemos hoy días es no vivir todavía en una sociedad igualitaria, donde no disfrutamos de los mismos derechos y oportunidades que los hombres. Nuestra fuerza es incalculable y en la medida en que quienes nos rodean entiendan eso, el mundo será mucho mejor”.