EFE 
Madrid. El terremoto de 7,3 grados en la escala de Richter que asoló anoche la provincia de Kermanshah, en el oeste de Irán, y también afectó al este de Irak es uno de los más trágicos ocurridos en la zona fronteriza entre ambos países.
La cifra de víctimas aumenta ya a 328 muertos y más de 2.000 heridos en territorio iraní, mientras que en Irak se han registrado 7 fallecidos y 201 heridos. Irán se encuentra en un área de frecuentes terremotos y éste es uno de los más graves de los registrados en las regiones fronterizas en las últimas décadas.
El 20 de junio de 1990, un terremoto de 7,7, en las provincias de Gilan y Zanjan, al noroeste de Irán, causó la muerte de 60.000 personas. Un año después, el 27 de julio de 1991 al menos veinte personas murieron a causa de un terremoto registrado en la región de Erbil, situada al norte de Irak. El 28 febrero 1997, hubo un millar de muertos, en un temblor de 5,5 registrado en el noroeste de Irán.
El 22 de junio de 2002, un temblor de 6,0 registrado en Qazvin, Hamadan y Zanjan, causó 237 muertos. Además, sin víctimas mortales, el 18 de agosto de 2014, unas 250 personas resultaron heridas en varios seísmos, el mayor de ellos de 6,2 grados en la escala Richter, que sacudieron la provincia de Ilam (en el oeste de Iran, fronteriza con Irak).
