“Con esta serie de pinturas y fotografías no pretendemos buscar una verdad, sino potenciar emociones y lograr que el espectador experimente y valide sus propias situaciones, sin que importe si logra resolverlas o no. Lo trascendente es la experiencia, el devenir entre lo real y lo figurativo. La recompensa final será preguntarnos: ¿Y si todo no fuese más que otro plano donde son ocultados el presente y este paso llamado vivir? ¿Qué somos ahora y qué seremos al final?” … (Kelvin Naar, 2023)
Desde el 31 de mayo hasta el pasado lunes 14 de agosto, la Sala Ramón Oviedo, del Ministerio de Cultura, ha presentado una muestra que impone su registro como una de las propuestas más significativas del calendario expositivo del año en curso en Santo Domingo. Se trata de “Seres y Fantasías”, muestra conjunta de los destacados artistas Omar Molina Oviedo y Kelvin Naar, ambos nacidos en la ciudad de Santo Domingo en 1977.
Omar Molina es dibujante y pintor. Kelvin Naar es arquitecto y fotógrafo. La selección de obras exhibidas, además de mostrar los resultados de un diálogo artístico definitivamente airoso y una fructífera colaboración interdisciplinaria, también ha evidenciado los considerables niveles de creatividad imaginativa, libertad expresiva y depuración conceptual a los que acceden Molina y Naar en sus prácticas creadoras.
De las 22 obras que conformaron el cuerpo expositivo de “Seres y Fantasías”, Omar Molina aportó 10 pinturas de gran formato, ejecutadas en técnica mixta sobre tela, mientras que de Kelvin Naar el curador Gerardo Zavarce seleccionó 12 fotografías en blanco/negro, impresas sobre placas de aluminio y con las cuales este artista ha reafirmado indiscutiblemente la radical eticidad de sus convicciones y búsquedas creadoras a través de la fotografía artística.
Intensamente fogueados en exigentes y prestigiosos eventos, bienales, ferias y exposiciones de arte contemporáneo nacionales e internacionales. Distintos y complementarios, mediante lenguajes y recursos dispares, pero combinados a la perfección y con espléndida elocuencia en “Seres y Fantasías”, Omar Molina y Kelvin Naar materializaron un diálogo fraterno y lúcidamente poético cuyos mayores efectos retienen un expansivo torrente de posibilidades evocadoras.
Cómplices e inquietos siempre; resueltos desde la experimentación a través de la conjugación de medios, recursos y procesos estéticos, Molina y Naar, destacan como dos presencias consistentes y notables en el contexto artístico dominicano de la última década. En este trayecto, sus más íntimas obsesiones expresivas y su trance implicatorio con la práctica creadora como apuesta radicalmente pasional y ontológica, devienen en dos de las claves forjadoras de un diálogo, una gran amistad y una sintonía creadoras que se han manifestado como prueba más que elocuente en “Seres y Fantasías”.
Criaturas y transfiguraciones maravillosas; vestigios y motivos biomórficos; osarios de historias, fábulas y hagiografías incisivas; personajes paradoxales; espacios mixtificados y enigmáticos de insólita capacidad sugestiva, proliferan en el inefable universo simbólico activado por Omar Molina y Kelvin Naar en cada una de las pinturas y fotografías de “Seres y Fantasías”. Molina y Naar, elevan la efectividad estética y el potencial simbólico de sus obras, mediante la efusividad expresiva de líneas, texturas, ritmo, movimiento, luz, color, gesto, signo y huella cultural.
“Seres y Fantasías” fue una propuesta dual, concebida y materializada sobre las premisas de las búsquedas conceptuales y la fascinación por las dimensiones de lo mágico-mitológico, lo onírico, lo fantasmático y el absurdo cotidiano, compartidas por Omar Molina y Kelvin Naar, plasmando espacios imaginarios que dialogan entre sí y los cuales evidencian su poderosa aspiración de operar, desde la mirada despejada y sensible del espectador, como territorios fictivos y metafóricos de la memoria identitaria.
Desde luego, el aura particularmente energética y excitante que traspasa las obras pictóricas y fotográficas materializadas por Omar Molina y Kelvin Naar durante el proceso dialógico y creador de “Seres y Fantasías”, podría motivar la cuestión rigurosa de si habrá sido el universo del pintor o a la inversa, la propuesta del fotógrafo, el punto inicial de dicho diálogo. Como sea, resulta bastante claro que el objetivo esencial de estos dos creadores contemporáneos no ha sido precisamente la representación de lo real, sino más bien plasmar nuevas tentativas simbólicas, densificando su potencial imagético y metafórico…