La mayoría de los jóvenes no se somete a chequeos médicos regulares, a través de los cuales se podrían detectar problemas cardiovasculares a tiempo.
Durante mucho tiempo se ha creído que las enfermedades del corazón son un problema exclusivo de los adultos mayores. Sin embargo, en la última década, las investigaciones han revelado un aumento alarmante de estas condiciones entre los jóvenes. Desde problemas cardíacos congénitos hasta enfermedades adquiridas, los jóvenes no son inmunes a los riesgos cardiovasculares.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), las enfermedades cardiovasculares son la principal causa de muerte en todo el mundo. Si bien es cierto que la mayoría de los casos se presentan en personas mayores, se ha observado un incremento preocupante en la incidencia de estas enfermedades entre los jóvenes.
Un estudio reciente publicado en el Journal of the American College of Cardiology reveló que el 15% de los adolescentes en Estados Unidos presenta factores de riesgo cardiovascular, como hipertensión y obesidad.
Según la Asociación Americana del Corazón, el 39% de los jóvenes en Estados Unidos tienen sobrepeso u obesidad, lo que aumenta significativamente el riesgo de desarrollar enfermedades cardíacas.
Nuestro país no está exento de estas estadísticas, según el Plan Nacional de Prevención y Control de Enfermedades no Transmisible de 2,016 pacientes encuestados para el estudio ENPREFAR-HAS 2017, 43% eran jóvenes con edades comprendidas entre los 18 y 34 años y 31% de todos los encuestados padecían hipertensión arterial y alarmantemente 60% padecía sobrepeso u obesidad.
La mayoría de los jóvenes no se somete a chequeos médicos regulares, lo que puede llevar a que las enfermedades cardiovasculares sean detectadas solo en etapas avanzadas. Los pediatras y médicos de atención primaria deben estar capacitados para identificar factores de riesgo en sus pacientes jóvenes y realizar pruebas adecuadas.