El 24 de octubre, la Aviación Civil celebraba la confirmación por parte del Senado de los Estados Unidos del nuevo director de la La Administración Federal de Aviación (FAA, siglas en inglés), responsable por el uso seguro y eficiente del espacio aéreo de la nación, el equivalente al Instituto Dominicano de Aviación Civil (IDAC), para la República Dominicana., posición que había estado vacante por dieciocho meses.

Michael Whitaker comenzó su carrera de más de tres décadas en la aviación como litigante y luego como asesor general adjunto de asuntos regulatorios e internacionales en Trans World Airlines (TWA). Whitaker es piloto privado, tiene una licenciatura en ciencias políticas y francés de la Universidad de Louisville y un doctorado en derecho del Centro de Derecho de la Universidad de Georgetown. Whitaker pasó 15 años en United Airlines en diversos puestos como director, vicepresidente y vicepresidente senior. Su amplia experiencia en la aerolínea incluía alianzas comerciales y empresas conjuntas, asuntos internacionales y regulatorios, y asesoramiento estratégico al presidente y director ejecutivo en asuntos internacionales. Yo, celebraba de manera especial su designación por compartir con él la experiencia de haber trabajado para la gran familia que es United Airlines, ¡Enhorabuena Michael!, habrás llegado en el momento indicado y has sido aprobado con voto unánime de 98 a favor -0 en contra, la Aviación Civil sale fortalecida con esta elección, por algo es Estados Unidos la cuna de la Aviación.

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Recordemos -no sin pesar- que antes de la nominación de Michael Whitaker, el presidente Biden nominó a Phillip Washington, director ejecutivo del Aeropuerto Internacional de Denver, para ocupar el puesto de director en la FAA, pero debido a que la mayor parte de la carrera de transporte de Phillip Washington la pasó en roles de liderazgo en agencias de tránsito, los senadores cuestionaron si estaba suficientemente calificado. Importante resaltar, que, durante varias décadas, el puesto de administrador de la FAA era uno de los frutos del clientelismo político, el administrador servía a voluntad del presidente, al igual que pasa hoy en la República Dominicana, ¡eso no ha cambiado!

Les dejo por aquí el panorama de nuestros directores en Aviación Civil, en miras de que el propio lector pueda notar el cambio que nos merecemos y que, sin embargo, no ha ocurrido en nuestra gestión, que nos sirva la misma de autocrítica como gobierno.

Junta de Aviación Civil (JAC), ente regulador de la Aviación Civil, la institución estrella para que nuestro marco regulatorio pueda crecer, para proponer la necesaria modificación a la ley 496-06, para crear un marco de derechos y garantías al usuario del transporte aéreo, entre otros. El presidente de la JAC es graduado de derecho y comunicador, con ninguna experiencia en Aviación antes de asumir su posición bajo decreto 329-20, del 16 de agosto del 2020. Su experiencia: director de comunicaciones del partido Alianza Social Demócrata (ASD), partido que senta las bases del hoy Partido Revolucionario Moderno (PRM), “mi partido”, sin embargo, hoy me toca reflexionar y comprender que algunas políticas de gobierno no han cambiado y que sin dudas, hemos imitado malas prácticas de gobiernos pasados, favor ver el Art 210 de la ley 496-06.

Instituto Dominicano de Aviación Civil (IDAC), responsable por el uso seguro y eficiente del espacio aéreo de la nación, el director, bajo decreto 407-20, sin experiencia en Aviación. Hacer la comparación con Michael Whitaker no sería justa, por lo que sólo le indicaré al lector que verifique la ley 496-06, Art 31-34.

La designación que quizás mayor sorpresa ha causado dentro del sector y de la que nadie puede o quiere hablar, ha sido el decreto 560-21, en el que se sustituye a Carlos Antonio Veras, cuya experiencia y aportes al sector Aviación Civil Dominicano, han sido incalculables -su reputación le precede-. Limitaré los detalles sobre esta designación, a informarle al lector, que el nuevo representante ante la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI), tiene experiencia cero dentro del sector, mientras tenía como homólogo en Estados Unidos al Capitán Sully, el héroe del Milagro del Río Hudson, enero 15 2009, US Airways 1549.

Quizás, luego de esta breve reseña, podamos despertar del letargo en el que nos encontramos como país, como partido, y empezar a comprender la importancia del cumplimiento de nuestras propias leyes, algunos apostamos a un cambio de paradigma en el 2020. Podría imaginar incluso, que en la conversación entre el presidente Biden y el presidente Luis Abinader, se habrá bromeado un poco sobre cómo el primero no pudo confirmar a Phillip Washington en la FAA (muestra de un Estado que respeta sus leyes y la seguridad operacional en la Aviación Civil), mientras el segundo aún necesita el asesoramiento preciso para cambiar el curso de lo que hoy tenemos. En la Aviación no estamos en manos de expertos, estamos en manos del clientelismo político, siempre ha sido así, ¡eso no ha cambiado!

N.A. El primer acto de corrupción es aceptar un cargo público para el que no se está preparado.