En el libro “A Taste of Latino Cultures. A Bilingual, Educational Cookbook” (“Un Toque de Sabor Latino. Un Libro de Cocina Bilingüe y Educativo”), editado en el 2005 por Libraries Unlimited (UK), el reconocido autor George Kunzel, resalta la trascendencia y la notable proyección en Estados Unidos, Europa y America Latina, de los aportes y las creaciones de importantes intelectuales y artistas dominicanos de distintas épocas como Salomé Ureña de Henríquez, como Juan Bosch, Pedro Mir, Manuel del Cabral, Julia Álvarez, Ramón Oviedo y Enriquillo Amiama…
La mayoría de los artistas superdotados son seres excéntricos. Viven en mundos personales como insaciables fugitivos hacia las estelas del delirio, materializando y celebrando Ad infinitum el milagro cotidiano de la imaginación creadora, la pasión experimental y la disciplina productiva. Casi siempre ajenos a los ritos sociales y mediáticos de la fama y al gran dinero que mueven sus creaciones, los auténticos no apuestan un solo chele a la autopromoción ni al exhibicionismo. En este sentido, parecen coetáneos de los viejos videntes que inscribieron sus mágicas huellas sobre los soportes parietales de Altamira hace ya más de 40.000 años.
Y no son tan limitadas ni tan distantes las pruebas ejemplares. Desde luego, para el registro de tales pruebas, tenemos que volver a los talleres de los artistas y apostar una y otra vez al diálogo fraterno y a las fascinantes revelaciones de la conversación de arte. En Santo Domingo, el caso de Enriquillo Rodríguez Amiama (1962) se torna paradigmático. Cualquiera que acceda al encuentro pausado, lúcido y atento con Enriquillo Amiama, no tardará en confirmar que es uno los más prestigiosos artistas dominicanos de la actualidad y que también es uno de los exponentes magistrales de la posmodernidad artística a nivel mundial.
Recientemente, he tenido la dicha de acceder a varias publicaciones internacionales que reseñan la obra de este competente y destacado artista dominicano. En el libro titulado “Still Life in Oils. An Insight Into the Artist’s Creative Process. Seeing, Thinking, Acting” (“Naturaleza muerta en Oleos. Una perspectiva del proceso creativo del artista: Ver, Pensar, Actuar”), la catedrática e historiadora del arte Theodora Philcox (UK), contextualiza a Enriquillo Amiama como uno de los más grandes exponentes contemporáneos del género pictórico del bodegón, “Still Life” o naturaleza muerta.
Editado por AVA Publisher (Lausana, Suiza, 2002), Theodora Philcox, celebra a Enriquillo Amiama “por sus pinturas de frutas, vegetales y flores, en un estilo rabiosamente posmoderno, combinando realismo y abstracción, de una manera muy original y sumamente personal”… Junto a la de Amiama, Philcox reseña la obra de “22 high-calibre artists” del “Still Life” contemporáneo, entre ellos Peter Graham (UK); Martha Hayden (EE. UU.); Tim Tyler (EE. UU.); Jonathan Chapman (UK); Darren Baker (UK); Arthur Easton (UK); Juana Canas (España); Hilary Pollock (Australia); Robert Talbot (UK); Kristine Diehl (EE. UU), Roberta Morgan (EE. UU); Teresa Pemberton (UK); Anna Metelyova (Rusia) y Rafael Saldarriaga (Colombia).
Theodora Philcox le dedica un capítulo completo al género “Still Life”, equiparando la destreza de Enriquillo Amiama con las de algunos de los más grandes exponentes del genero en la Historia del Arte como Jean-Batiste-Simeón Chardin (1699-1779); Paul Cézanne (1839-1906) y Juan Gris (1887-1927), “por su extraordinario dominio de la estructura y la composición casi matemática, perfecta y racional…”
En total, ocho páginas del libro muestran el proceso creativo del artista dominicano, incluyendo detalles de obras e imágenes a doble página.
Y eso no es todo. En el libro “Communicating Globally: Intercultural Communication and International Business” (“Comunicación global: Comunicación Intercultural y Negocios Internacionales”), específicamente en el capitulo nueve: “Doing Business in Latin America and the Caribbean (“Haciendo negocios en América Latina y el Caribe”), editado por Sage Publications, Inc. (Los Angeles, 2007), sus autores Wallace V. Schmidt, Roger N. Conaway, Susan S. Easton y William J. Wardrope, valoran la obra de Enriquillo Amiama junto a los aportes de eruditos, intelectuales y artistas del Caribe como Juan Bosch; William Arthur Lewis, Premio Nobel de Economía en 1979; Derek Walcott, Premio Nobel de Literatura en 1992, Janis Rankin (Jamaica), Cynthia Hatfield (St. Croix), Phyllis Biddle (St. Croix) y Mario Enrique Méndez Matos (Cuba).
En el 2011, registramos “My Facebook Project”, espectacular incursión de un artista contemporáneo dominicano en las redes sociales, mérito de Enriquillo Amiama, con un proyecto productivo y expositivo que llamaría la atención de respetados críticos y especialistas del arte en el plano internacional como Bélgica Rodríguez, presidenta de Honor ad Vitam de la Asociación Internacional de Críticos de Arte (AICA). Luego, Amiama haría una pausa de dos años, dedicándose a la investigación y la escritura para retomar los pinceles (2014) e incorporar a su obra nuevas técnicas creativas, novedosos recursos expresivos y elementos visuales de notable efectividad, gracias a su extraordinario dominio de la tecnología digital y las redes sociales.