El seleccionador de Uruguay, Marcelo Bielsa, cree que sus jugadores merecen una disculpa, no sanciones, por ir a las gradas del Bank of America Stadium y participar en una pelea con los hinchas colombianos tras la derrota de su equipo por 1-0 en las semifinales de la Copa América.

Bielsa criticó a los organizadores del torneo por no hacer lo suficiente para proteger a las familias de los jugadores sentados detrás del banquillo de Uruguay y justificó que los jugadores tomaran el asunto en sus propias manos para proteger a sus seres queridos.

«Estamos en Estados Unidos, el país de la seguridad», dijo Bielsa a través de un intérprete durante una emotiva conferencia de prensa de 45 minutos el viernes. «¿Cómo no vas a defender a tu madre, a tu hermana, a un bebé? Si no lo hubieran hecho, habrían sido condenados por todos nosotros».

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La CONMEBOL, el organismo rector del fútbol sudamericano, dijo el jueves que su comité disciplinario abrió una investigación. «Es inaceptable que un incidente como este convierta la pasión en violencia», dijo la federación en un comunicado.

Cuando se le preguntó si temía sanciones para su equipo, Bielsa se enfureció.

«La sanción no tiene que ser para los futbolistas, sino para quienes los obligaron a actuar así», dijo Bielsa. «Esto es una caza de brujas. Es una vergüenza».

Uruguay tenía la opción de sentar a las familias en palcos de lujo en lugar de en la multitud.

El equipo regresa al mismo lugar para el partido por el tercer lugar del sábado por la noche contra Canadá. Si bien se espera que la multitud sea más moderada, se planea el mismo nivel de seguridad.

Una ruidosa multitud de más de 70.000 personas, la gran mayoría de las cuales vestían los colores de Colombia, asistieron al partido el miércoles por la noche en el estadio del centro de Charlotte, hogar de los Carolina Panthers y Charlotte FC de la NFL.