Para ser soldado hay que someterse a un entrenamiento muy riguroso que va desde lo físico hasta lo teórico. Sin embargo, no todos los aspirantes o conscriptos logran pasar la prueba física que incluye ejercicios extenuantes y bajo el sol, con los que buscan desarrollar su resistencia.
Esto quedó demostrado el pasado fin de semana, cuando 30 de 100 conscriptas del Ejército de República Dominicana que estaban en entrenamiento tuvieron que ser ingresadas al hospital de las Fuerzas Armadas, debido a su alto grado de deshidratación y otras dolencias musculares. Al día de hoy siete de ellas permanecen internas y son dializadas.
A propósito de esos episodios el Ejército invitó ayer a la prensa para que viera los entrenamientos en el Campamento Militar “16 de Agosto”, pero la lluvia no permitió ver las reales condiciones bajo el sol en que se ejercitan las jóvenes.
Investigación. Por el caso, el comandante del Ejército, mayor general Braulio Alcántara dijo que esperan los resultados de la junta designada para investigar si hubo excesos a fin de poder establecer responsabilidades. La comisión la integran los directores de Asuntos Internos, del Cuerpo Médico y Sanidad Militar y Jurídico.
No obstante, manifestó que en los entrenamiento militares suceden este tipo de situaciones. “No hay una situación de gravedad para pensar en no querer entrar al Ejército. El ingreso es voluntario, pero si al día siguiente se da cuenta que esta no es su vocación simplemente levanta la mano y se retira, pero aquí tenemos las puertas abiertas para todos”.
Entrenamiento. De su lado, el comandante de la Primera Brigada de Infantería, general Milton Frías aseguró que algunas de las conscriptas ocultaron las dolencias por temor a ser expulsadas.
El general detalló que las conscriptas se levantan a las 4:50 de la madrugada, ordenan sus camas, se visten de deporte, hacen un calentamiento de 35 minutos, y van a desayunarse. Luego, vuelven a los cuarteles a bañarse y van a la explanada hacer otra rutina.
Frías cuenta que los ejercicios son diarios, y en la mañana, pero en el transcurso del día reciben otros entrenamientos. “Llueva o no, ellas van al área de instrucción porque están en un proceso de adaptación que dura un mes, y es lento porque en el Ejército entrenamos, adiestramos y capacitamos”.
Explicó que el militar debe tener ciertas condiciones físicas, las cuales van adquiriendo con los ejercicios, los cuales van aumentando.
Destacó que la mayoría de los jóvenes lleva una vida sedentaria, y levantarse temprano y ejercitarse es algo traumático para ellos.
Indicó que durante los ejercicios, las conscriptas toman agua cuantas veces quieran porque siempre cargan una cantimplora, las cuales llenan constantemente. Además descansan diez minutos por cada 40 de entrenamiento. Dijo que en el entrenamiento hay una ambulancia, y su alimentación, es balanceada para que tengan energía.